Felipe González: "Ahora hace falta un Gobierno"
Con tono moderado y en un plan muy pedagógico, que recordaba al viejo profesor, sin pedir el voto ni hacer promesas, Felipe González abrió ayer la campaña electoral con tres mítines en la provincia de Orense, que se celebraron en O Barco de Valdeorras, la capital y Carballiño.
Más que mítines los actos constituyeron una invitación a la reflexión, no exenta de acusaciones al partido del Gobierno. En la capital orensana, al igual que ocurrió en las dos villas de la provincia, se registraron llenos en los locales en que habló el secretario general del PSOE. Cuatro mil personas abarrotaron el polideportivo municipal orensano y algo más de medio millar en cada uno de los cines en las villas donde habló. En sus parlamentos, que fueron similares, Felipe González comenzó recordando las similitudes de pobreza, marginación y caciquismo que existen en su Andalucía natal y Galicia. Señaló también, al hablar del centenario de la fundación del PSOE, que prácticamente en esta centuria sólo ha habido cinco años de democracia y libertad, de 1931 a 1936.Habló también del descontento, la inseguridad que reina en un gran sector del pueblo español, alimentados por residuos de la dictadura: «Hay mucho plumífero del franquismo que escribe en la prensa diciendo que este pueblo no tiene interés por la democracia y la libertad.»
En cuanto a la inseguridad ciudadana, apuntó las raíces y causas del terrorismo indicando que los problemas del país se pueden resolver con los medios que hay y únicamente hace falta un Gobierno. «Hay que valorar la libertad -dijo- cuando se tiene; no cuando se pierde.»
Más adelante señaló que el PSOE no había querido crear un vacío de poder en un momento en que no había Constitución democrática y que no había que dar excusas a las minorías que añoran un salvador. Resaltó igualmente que el problema democrático español se apreció más fuera de nuestras fronteras que dentro. Se refirió luego a los problemas que ha habido en el proceso de transición, que aún continúan, y refiriéndose a Galicia dijo: «Da la sensación que desde el punto, de vista social cambian pocas cosas», destacando que «si hubiera gobernado Fraga, probablemente los caciques estarían con Fraga; como gobierna Suárez, los caciques están con él». Analizó los excesivos controles que tiene la sociedad gallega e hizo un parangón de los condicionamientos del voto que se da entre Galicia y Andalucía. Se refirió también al incumplimiento por el presidente del Gobierno de la convocatoria de las municipales antes que las generales, incumplimiento que permitirá no sean sorprendidas las fuerzas de la derecha por un resultado que parcialmente les fue adverso en el 15 de junio.
Señaló como principales problemas del país el paro y el terrorismo, pidiendo y urgiendo la colaboración cívica para su solución.
Finalmente, señaló que en esta campana se trata de ver quién y cómo va a afianzar la democracia, y que el protagonista puede ser la derecha y la izquierda. Respetando otras opciones de izquierda, dijo: «O bien queda primero el Partido Socialista o el Centro Democrático».
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