Bloqueadas las conversaciones para volver a editar el "Times"
Dos meses después del cierre empresarial de los periódicos británicos The Times y The Sunday Times las negociaciones para reanudar su publicación permanecen virtualmente bloqueadas. Una mediación gubernamental de última hora no ha conducido a nada y los más pesimistas piensan que, de prolongarse la suspensión, el propietario de dos de las cabeceras más prestigiosas del periodismo mundial, Lord Thomson de Fleet, podría decidirse por el cierre indefinido o su venta.
Desde el pasado 10 de diciembre ni el Times ni el Sunday Times acuden a su cita con los quioscos. Los edificios de ambos periódicos se van vaciando de gente a medida que expiran los plazos decididos por la dirección para hacer efectivos los despidos de la mayor parte de las casi 4.500 personas que trabajan para Times Newspapers. El propietario de la cadena, Lord Thomson, ha negado que vaya a intervenir personalmente en la crisis de sus publicaciones. Trabajadores y dirección mantienen las posiciones que llevaron a los dos periódicos y a sus suplementos al cierre. La postura de los dos sindicatos en el centro de la disputa es irreductible: no habrá conversaciones con la empresa mientras sus afiliados despedidos no sean readmitidos y se reanude la publicación de los periódicos. Ya son casi trescientos los miembros de NATSOPA (uno de los sindicatos) puestos en la calle. Casi otros seiscientos de la Asociación Gráfica Nacional (NGA) lo serán de inmediato. Los afiliados a la NGA, linotipistas que se opusieron y se oponen a la introducción de tecnología electrónica en ambos periódicos si ello significa la pérdida de su puesto de trabajo, reciben alrededor de 6.000 pesetas semanales de su sindicam en concepto de «salario de huelga».
Nuevo sistema para la solución de disputas
Sólo diecinueve de los 65 sindicatos envueltos en la elaboración de los Times han firmado hasta ahora la paz en las condiciones solicitadas por la empresa editora. Irónicamente, el acuerdo implica un nuevo sistema para la solución de las disputas laborales la garantía de una producción ininterrumpida, reducciones de plantilla en algunos departamentos, la aceptación del equipo electrónico en el que Times Newspapers ha gastado más de doscientos millones de pesetas y con el que espera conseguir una mayor rentabilidad de sus publicaciones.¿Cuánto está costando a Times Newspapers el cierre de sus dos más prestigiosas cabeceras? Mucho en cifras absolutas; poco en relación con lo que el grupo de Lord Thomson está dispuesto a pagar para sanear a cualquier precio la rama periodística de un imperio que abarca la explotación petrolífera, la industria turística y la actividad editorial. Según datos publicados en el primer número del Sunday Times Reporter, periódico de huelga elaborado por los redactores y trabajadores de talleres del dominical británico, la empresa ha perdido en diciembre pasado más de cuatrocientos millones de pesetas, algo más del total de los beneficios obtenidos durante los meses anteriores.
Las pérdidas acumuladas desde el cierre hasta ahora se calculan en más de setecientos millones de pesetas, y una extensión de la suspensión hasta mediados de marzo las colocaría en más de mil millones.
El Sunday Times Reporter se pregunta por qué la dirección del grupo está dispuesta a soportar tan elevados números rojos si ambos periódicos habrían producido unos beneficios de más de 450 millones de pesetas en 1978 caso de no haberse suspendido su publicación. Para los redactores del Sunday Times Reporter y de su hermano gemelo, The Times Challenger, la razón reside en que la empresa editora espera ahorrar cerca de novecientos millones anuales tras la reducción de plantilla y la introducción de tecnología electrónica.
Esta cifra, unida al beneficio obtenido durante los once meses de 1978 en que aparecieron los dos periódicos y a la «recuperación» de los más de cuatrocientos millones de pesetas que Times Newspapers ha dejado de ingresar por disputas laborales el año pasado hace que sus directivos estén dispuestos a volatilizar cuatro años de su nivel actual de beneficios para conseguir después, según los cálculos anteriores, más de 1.500 millones anuales de ganancias.
Trabajo redaccional adelantado
Quinientos periodistas integran las plantillas de las dos publicaciones y su agrupación es una de las que han aceptado las propuestas empresariales. Quiere decirse que estos profesionales, entre los que se cuentan algunos de los más brillantes de este país, esperan exactamente no saben qué, y que decenas de ensayos, seriales y grandes reportajes han comenzado a ser escritos en espera de su futura publicación en las páginas de los Times. Los responsables de la publicidad se enorgullecen de que el carácter de institución que tiene el Times permanezca: tres páginas de anuncios han sido reservadas por decenas de firmas comerciales para congratularse por la reaparición del periódico, se produzca cuando fuere. Los jefes administrativos piensan en obras de reacondicionamiento y modernización y en nuevos esquemas de trabajo. Los gerentes y altos directivos se reúnen y ocupan la mayor parte de su tiempo en planes a largo plazo.Los quince corresponsales en el extranjero del diario han recibido instrucciones de leer mucho, gastar poco y hacer viajes baratos a lugares inusuales de su radio de acción. La mayoría de ellos trabajan en artículos de síntesis sobre el país que cubren, que habrán de publicarse cuando su periódico salga de nuevo a la calle. Otros perfeccionan idiomas extranjeros o ponen al día sus ficheros. Todo ello, sin embargo, no puede impedir que decaigan unos ánimos que se alimentan fundamentalmente, en palabras del jefe de la sección extranjera, «del hecho de la publicación diaria del periódico».
Pero no a todos perjudica el cierre de los dos rotativos británicos. La Gaceta de la Prensa, que se ocupa de divulgar las tiradas de los medios de comunicación escritos, afirma en su último número que los dominicales más directamente en competencia con el Sunday Times, Observer y Sunday Telegraph, se han beneficiado sustancialmente de su desaparición. El primero ha aumentado su tirada en 300.000 ejemplares, pasando de los 750.000 al casi 1.100.000 y eleva sus tarifas publicitarias, debido a la «presión de los anunciantes», en un 30% a partir del próximo día 4. El Telegraph vende ahora casi 1.200.000 ejemplares los domingos, cerca de 400.000 más que hace dos meses.
Los 290.000 ejemplares diarios que vendía The Times no han tenido tan clara asignación a otros periódicos de los llamados «de calidad», lo que refleja de alguna manera la fidelidad de sus lectores. El Daily Telegraph ha aumentado su venta sólo en 70.000 copias y el Guardian se ha negado a dar explicaciones, aunque admite una «gran subida» de su tirada, cifrada antes en unos 275.000 ejemplares.
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