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El presidente del Rayo, contra la democracia

Los males internos del Rayo son atribuibles a la democracia, según opina su presidente, el señor Encinas. A quienes la feria les va mal opinan que la democracia no ha servido para nada porque de nuevo es líder el Real Madrid. Los deportistas españoles, que en el 15 de junio de 1977 tuvieron en muchos casos participación activa en las listas electorales, le han dado la espalda a las urnas y han dejado sólo al ex campeón de boxeo Cesáreo Barrera, que se presenta en Canarias por Coalición Democrática, que es donde tienen depositadas sus esperanzas el señor Encinas y su antecesor Marcelino Gil.

La mayoría de los presidentes de los clubs de fútbol de Primera División están en la línea opuesta a cuanto significa democracia también la mayoría, hasta el momento presente, han sido cautos a la hora de manifestar sus naturales inclinaciones. Vicente Calderón, por ejemplo, estuvo exquisito con Felipe González cuando se lo encontró en el palco presidencial del Manzanares el día de la final Betis-Athlétic de Bilbao. El presidente del Valencia, para evitar las urnas el día del referéndum constitucional, aprovechó la coyuntura del viaje a Inglaterra con su equipo. Beligerancia no se había producido hasta que el presidente rayista puso el corazón en la boca de un micrófono.

Vallecas, que no es precisamente una barriada de derecha elegante, tiene por costumbre contar con presidentes muy enraizados con el pasado. A Pedro Ruiz le sucedió Marcelino Gil, que no se pierde un acto fraguista, y a éste le ha sustituido el señor Encinas, por lo visto, contrario a las libertades.

El Rayo, que está con el agua al cuello económica y deportivamente, alivió su situación el domingo gracias al abertzale Athlétic de Bilbao, que le dejó los dos puntos y buenos dineros en taquilla. Para el presidente rayista, esta vez, doble satisfacción.

Doble significado también puede tener la victoria del Madrid en Valencia. De un lado, la Casa Blanca, con los refuerzos del Castilla, ha evitado entrar en fuerte crisis. De otro, a lo mejor resuelve la crisis del Valencia. El Madrid ya tiene eslogan para el futuro: «El Castilla, sin ir más lejos». El Valencia debería tener el mismo aplicado al Mestalla como en tiempos mejores. Pero todo hace indicar que a los directivos valencianistas les parece más fino ir de viaje a Munich que a Sueca.

La Real y el Athlétic, en Euskadi, sin ir más lejos, componen sus equipos. Nos les dan títulos de Liga, pero no ponen en situación de bancarrota a sus clubs y no suelen quedar peor que muchos de los presuntuosos que con dinero prestado buscan a las grandes estrellas del mundo. El Athlétic debe tener moscas a los suyos porque ha dado un fuerte bajón. Tanto que vuelve a ser «Iribar y diez más». Pero en San Mames quedan consuelos que no tienen otros. En la Real volvieron a gozar el domingo con el juego de López Ufarte. Mucha gente sigue preguntándose las razones que impulsan a Kubala a dejarle fuera de la selección. Son las mismas que marginaron a Marcial, pongamos por caso. A Kubala le van otras marchas.

Al deporte nacional la marcha que no le va este año es la política. El 15-J vimos a varias figuras tomar posturas bien definidas. Para el l-M sólo contamos con Cesáreo Barrera. Han hecho bien los de Coalición de contar con él porque el chico, de entrada, tiene nombre de ministro. Dada la costumbre del país de poner en las grandes poltronas a los Torcuatos, Laureanos, Adolfos, Landelinos, Marcelinos, Píos, Licinios, Camilos, Gregorios, nada de particular tendría que Cesáreo tuviera punch suficiente para ser ministro de Deportes.

La gente del fútbol no ha tenido vista en el tema. Se nos fue la oportunidad de Isacio Calleja que, además, es abogado y ahora tampoco hemos usado las oportunidades que las plantillas nos ofrecen. El Atlético tiene una buena nómina de ministrables; Marcelino, Eusebio, Eugenio, Marcial, Valentín y Rubén, y el Spórting, que este año quiere la Liga, ofrece esta baraja: Claudio, Secundino, Crisanto y Ciriaco. En el orden clasificatorio está la Unión Deportiva Las Palmas con Aureliano, Federico, Crispín y Carmelo para lo que gusten mandar. El Madrid tampoco es manco en este tema, pero sería demasiado fuerte mandar a Benito al cuerpo diplomático. El Valencia tiene a Higinio y Eufemio en el banquillo y así le va.

En el banquillo de los acusados ha estado toda la semana Guruceta, que es el mejor, pero siempre se equivoca a favor del Madrid.

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