El voto soltero
Ya está liado el cirio de las siglas. Las siglas políticas son como ratoneras de cazar el ratoncito blanco del voto. Las grandes mayúsculas en anagrama parecen como -de alambre espinoso. Ya estamos todos dentro del campo de concentración de las siglas.Sólo se escapa el voto soltero. Los arponeros de los partidos, a medida que nos acercamos al gran sol de las generales, nos clavan en el tervilor democrático el arpón de alambre de las siglas y lo que más persiguen es el voto soltero, que es el voto que no se casa con nadie y el voto de los solteros, de los que no se han eslabonado a la sociedad mediante el rubio eslabón de un hijo. O de cinco.
Iba yo a comprar el pan y el portero me dio un libro. Una edición príncipe de Ramón que me regala Michi Panero con dedicatoria: «De Michi, el que incordiaba, un beso, o bueno, lo que sea. Al fin y al cabo soy un perdedor. Y un simple pétalo de rosa (me adjunta un pétalo entre las páginas), pero bueno, como John Coltrane. A Ramón le horrorizaría la dedicatoria.» He ahí un voto soltero, el del chico hablador y listo de El desencanto. Me lo dijo en una noche de ginebra y confidencia:
-Umbral, yo soy la menor de las hermanas Brönte.
Pues cuida tu voto, Michi, en estas cumbres borrascosas de la democracia, cuida tu voto de soltero sigues de doncel del conde de Motrico, también llamado la condesa descalza por lo mucho que le han descalzado o se ha descalzado del franquismo, del fraguismo, del arias-navarrismo, de la diplomacia y del Gobierno. (Ahora se calza otra vez espuelas de oro con rodaja de doblones, que le sobran, para presentar CD, o sea Coalición Democrática). Estamos en lo que el maestro Dámaso, homenajeado hoy en Valentín, llamó «este siglo de siglas». Voy al estreno de Miguel Bosé: «Sentados al borde de la manana con los pies colgando». Igual podría haberse titulado «Sentados al borde de la butaca con los hígados colgando (de aburrimiento) ».
El bello ha querido hacer una cosa progre y le ha salido un Vive como quieras a lo Mickey Rooney de hace cuarenta años: juventud sana que ocupa una casa abandonada y quiere difundir por el barrio su optimismo de tintas planas y rock con sacarina. Los macarras aullaban desde arriba contra el bello Bosé y a las groupiers se les morían de amor los ramos de los pechos bajo el belcor que no llevan.
Pienso que la mayoría de los partidos políticos españoles son tan ingenuos, conservadores, cínicos, sanos y gilipolitiks como Miguelito Dominguín y su banda. La fórmula es la misma: un guapo al frente y mucho optimismo a base de psicodelia para el personal reciente y bingo y pasodoble para las carrozas de la tercera edad.
El voto joven, el voto joven, todos buscan el voto joven, que es nada menos que el voto libre, el voto soltero, así como Pedro Salinas habló del cuerpo soltero. Me escribe cartas irónicas y le llama Barcelona, que pronto acercará el fuego inoreno de su cuerpo creciente a la frontera legal de los dieciocho años:
-Tengo un novio que está como una cabra y no para de hablar. Nosotros estamos bien, excepto yo, que he engordado un kilo. ,Mamá está la pobrecilla un poco frenética, pero conseguirá que la hagan santa por lo víctima que es. Tío, escribe algo de mí para colgarlo en la pared.
El voto soltero. El voto libre. ¿Qué tienen que ofrecer todos los partidos carrozas, acorazados en sus siglas, que se las ponen en la cabeza como esos cascos de alambre de los esgrimistas, qué tienen que ofrecer a Carola, al voto soltero, al voto nuevo, al voto libre, a una adolescencia que escribe cartas irónicas y le llama tío bueno, desde el tendido macarra, a Miguel Bosé?
Eladio García, del PTE, da una cena a la prensa. La izquierda se psicodeliza y hace de cada líder un hombre-orquesta, un pinchadiscos para que bailen los del voto soltero. La derecha se socializa, se izquierdiza y democratiza buscando el voto soltero. Todos estamos cogidos, copados, corrompidos, corruptos, incorruptos, comprometidos a la hora de votar, y más que lo estaremos de aquí al 1-M, con lo que sube la vida. Todos a votar derecha. De estas elecciones sólo puede salvarnos el voto soltero.
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