La cuestión vasca sigue presente en los medios de comunicación franceses
«El santuario de ETA está en Francia», concluía una amplia información publicada de manera sensacional por Le Journal du Dimanche, el único periódico que se publica en Francia los domingos, perteneciente a la cadena de prensa conservadora Hersant, propietaria también de Le Figaro, France-Soir, y otras dos docenas de diarios y revistas. También el domingo, el ministro del interior, Christian Bonnet, declaró ante las firmas más conocidas de la prensa parisiense que los vascos españoles residentes en Francia «serían expulsados hacia su país de origen de no respetar las medidas que ya hemos tomado y las que tomaremos».Como ya pudo apreciarse hace algunos días, la opinión francesa empieza a temer que la violencia que arrasa a Euskadi sur contagie al norte. Los dos últimos atentados, contra Argala y Peixoto, han sido una alerta inquietante.
El ministro del Interior, anteanoche, en la emisión política semanal más escuchada de la radio francesa, adoptó los argumentos que suelen exponer las autoridades españolas par a exigir que cese la complacencia francesa con los etarras: «España es un país democrático, dijo, y por tanto, en lo sucesivo, no les será renovado ningún permiso de residencia a los refugiados políticos en tanto que tales.»
El enviado especial recoge una detallada información sobre los medios económicos, armamento, organización e infraestructura de ETA. Tanto en recursos económicos como armamentísticos, el reportero presenta una situación boyante para la organización terrorista. Recientemente, afirma, ha recibido 195 fusiles FN, 150 fusiles m-15 americanos, cuatrocientas carabinas Remington, 550 pistolas y mil ametralladoras Stein.
Por lo que respecta a la preparación de los comandos -estima que sólo en los Pirineos atlánticos residen 289-, los especiales se entrenan en la escuela de la policía instalada en el campo de la Suma, en Argelia. Los otros comandos se forman en campos de Bélgica el sur de Francia, en emplazamientos concretos citados por el enviado especial.
Dato especialmente nuevo para los franceses, ofrecido por el citado periódico, sería la extensión del impuesto revolucionario a industriales franceses. Una lista impresionante de hoteles, bares, librerías y sociedades estarían al servicio de ETA.
