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Los bomberos habían revisado dos veces la casa hundida de Cardenal Cisneros

Los bomberos habían acudido en dos ocasiones a revisar la casa derruida en la calle Cardenal Cisneros, número 15, según ha podido saber EL PAIS. La primera de ellas, en abril de 1974, y la segunda el 30 de diciembre de 1978, hace ahora veintidós días. En 1974, el equipo de bomberos comprobó el hundimiento de un forjado, y efectuó los trabajos que el mismo imponía. En diciembre del año pasado, los bomberos instalaron en las grietas que presentaba el edificio unos testigos de yeso, con los que se puede seguir la evolución de las grietas, si es que las hubiese.El jefe de guardia de bomberos comentaba ayer que «las especiales características de las casas viejas hacen muy dificultosas las soluciones: el mayor problema que plantean son las goteras. El agua filtrada ablanda los morteros, pudre las vigas de madera y, además, el peso de la estructura puede aumentar hasta que sean rebasados los límites tolerables, como ha sucedido en este caso. El resultado es que el edificio se cae».

En relación con el hundimiento de la finca situada en el número 15 de la calle del Cardenal Cisneros (véase EL PAIS de ayer), el Ayuntamiento hizo pública ayer una larga nota oficial en la que, entre otras cosas, informa que la Gerencia Municipal de Urbanismo había iniciado el pasado 13 de diciembre un expediente por infracción urbanística contra los propietarios del citado inmueble.

Dicho expediente se basa en el hecho de que éstos no habían adoptado medidas técnicas de consolidación del edificio decretadas por Gerencia, quien a su vez informa que la propiedad del edificio no llegó nunca a solicitar licencia alguna de reparación del inmueble.

Por su parte, el propietario de la casa insistió nuevamente en que había solicitado del Ayuntamiento el expediente de ruina para dicho inmueble, siéndole denegado. La finca no estaba asegurada, aunque se calcula que la pérdida de los objetos que allí se encontraban es mínima, toda vez que sólo estaba habitada por dos vecinos.

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