Se investigan responsabilidades por las consecuencia de la crecida del Ebro

El Ayuntamiento de Alcalá de Ebro (Zaragoza) y un guarda jurado perteneciente a los servicios de vigilancia deja comisaría de aguas han sido indirectamente responsabilizados del contencioso abierto entre dos localidades zaragozanas, Remolino y Alcalá, situadas a orillas del Ebro, y que se vieron especialmente afectadas el pasado fin de semana por una importante riada, como consecuencia de haber sido construido ilegalmente un dique de contención de las aguas.A éstas y otras conclusiones se ha llegado después de una rueda de prensa convocada ayer por el gobernador civil de Zaragoza, especialmente interesado en esclarecer los sucesos del pasado domingo en Alcalá de Ebro durante su visita y la del presidente de la Diputación a esa localidad directamente afectada por la subida de las aguas del Ebro y las filtraciones subterráneas.

El gobernador, en la rueda de prensa, aseguró que parte del dique de contención, construido ilegalmente a instancias del municipio de Remolinos, se alzaba en el término municipal de la vecina localidad de Alcalá, sin que esto hubiera movido a la protesta formal, por parte del segundo de estos pueblos, que después se vería gravemente castigado por la crecida del río.

Por su parte, el presidente de la Diputación Provincial -entidad que había facilitado al Ayuntamiento de Remolinos dos millones de pesetas para obras de contención de las aguas del Ebro- ha dicho que la entidad que preside no se siente responsable de que los vecinos de Remolinos hayan utilizado esa cantidad para financiar una parte del dique en cuestión.

Un representante de la comisaría de aguas del Ebro dijo que la construcción del dique fue declarada ilegal, pero que el inicio de las obras por los habitantes de Remolinos partió de una autorización provisional de un guarda jurado perteneciente a dicha comisaría.

En concreto, y en la rueda de prensa, ninguna de las autoridades asistentes ha aportado soluciones tangibles al problema de las frecuentes riadas del Ebro a su paso por tierras zaragozanas.