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El conflicto del instituto Santamarca alcanza resonancia nacional

Desde el 9 de enero, grupos de profesores, padres y alumnos del instituto Santamarca se encierran en el mismo, todas las noches, como forma de presión en su pugna con el Ministerio de Educación. Varios partidos políticos, centrales sindicales y organizaciones juveniles apoyan su postura y han programado una manifestación de solidaridad para el próximo día 30. Unos 180 institutos de toda España enviaron telegramas en el mismo sentido. En el fondo del conflicto late una cuestión ideológica y de ejercicio del Poder: si el director del instituto es un representante ministerial encargado de cumplir las normas o si es un representante de profesores y alumnos ante el Ministerio y, frecuentemente, en contra de él.

El conflicto del instituto Santamarca ha desbordado su propio ámbito para adquirir resonancias a nivel nacional. Comenzó el mes de diciembre pasado, cuando la instrucción provincial del Ministerio de Educación incoó expedientes a la directora del centro, Francisca García Felices, y al jefe de, estudios, Miguel Marín, por intentar poner en práctica una serie de innovaciones -contempladas en la normativa legal- que suponían un avance en la -gestión democrática del instituto, con participación de padres y alumnos.El pliego de cargos contra ambos incluía hechos como el permitir «la presencia de alumnos en las juntas « de evaluación», o que «la designación de los tutores -profesores encargados de un grupo de alumnos- se ha realizado tomando como base la votación de éstos».

Además de recusar todas y cada una de las acusaciones, los expedientados impugnaron también a designación como juez instructor y como secretario de Manuel Villaplana y José Vizcaíno, por entender que, al ser personas de marcado talante conservador, no estaban capacitados para resolver un expediente con un trasfondo ideológico claro. La impugnación no se tornó en cuenta, ya que, según les comunicó el director general de Personal, del Ministerio, Matías Vallés, debió perderse y no le llegó a tiempo.

Se sabe que el juez instructor ha calificado los cargos como faltas graves, pero que su petición de sanción es la mínima aplicable: seis días de haberes. Esta aparente contradicción entre falta y sanción se ha tomado entre los profesores del Santamarca como una prueba de que la Administración está un poco asustada del alcance que ha tomado el conflicto. Opinión que viene refrendada por el hecho de que el Ministerio todavía no se haya decidido a dictar sentencia, a pesar del tiempo transcurrido.

En una improvisada mesa redonda celebrada el martes por profesores, padres y alumnos, se analizó lo que ellos opinan que realmente está en juego. Hasta hace dos años, el director era casi un profesional- funcionario nombrado por el Ministerio, encargado de aplicar en cada centro las normas legales, muchas veces en contraposición de los profesores más progresistas y de los intentos de participación de los alumnos. Desde entonces, momento en que se permitió que el director de cada centro fuera elegido por el claustro de profesores, aquél ha pasado a ser lo contrario, un representante del colectivo de enseñantes y de los alumnos, y asímismo muchas veces bordeando las normas legales o aprovechándolas al máximo.

Actualmente, en Madrid funicionan ya doce institutos en que la gestión interna -evaluaciones, actividades culturales, redacción del reglamento de orden interno- se hace con la participación de padres, alumnos y profesores. En el Colegio Eugeni d'Ors, en Cataluña, se ha creado una especie de consejo asesor muy representativo, formado por veinticuatro representantes de los tres sectores citados. Por lo general, los institutos así regidos llegan a adoptar una postura crítica ante las decisiones ministeriales, y sería este proceso el que el Ministerio quiere encauzar, retrotrayéndolo a la situación legal de hace dos o tres años. A este respecto, son significativas las declaraciones que Raúl Vázquez, director general de Enseñanza Media, hizo a una emisora de radio, días atrás. El señor Vázquez, dijo que la elección del director por el claustro de profesores no era conveniente, puesto que provocaba tensiones entre el profesorado y facilitaba la formación de bandos opuestos, y que sería mejor volver a la creación de un cuerpo de directores, elegidos por oposición, y entre los cuales la Administración designaría sus lugares de trabajo.

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El Santamarca, piedra de toque en la gestión de la enseñanza

En estos casi dos meses transcurridos, la postura de los afectados se ha mantenido firme. A la asamblea de alumnos y posterior manifestación del 18 de diciembre siguieron paros de dos horas en otros veintidós institutos de Madrid. La Asociación de Padres decidió, en asamblea, apoyar incondicionalmente el proceso democrático del centro. Otros 180 institutos, de un total de 650 aproximadamente, han enviado telegramas de solidaridad. El martes se celebró una reunión en la que participaron los partidos políticos LCR, ORT y PCE, las centrales CCOO, UGT, SU Y CNT, y las organizaciones juveniles UJC, JJSS y UJM. En la misma se decidió lanzar una campaña por la gestión democrática en general de los centros escolares, campaña que incluiría un ciclo de conferencias sobre el tema y una posible manifestación a convocar para el próximo día 30.A su vez, el conflicto del Santamarca ha motivado la constitución de una Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media, de la que forman parte, hasta ahora, nueve institutos y varios colegios de EGB. Una de las tareas de la coordinadora es formar comités de información que extiendan el conocimiento del conflicto a otros centros, tanto en Madrid como en el resto de las provincias.

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