La CEOE critica a las centrales, al tiempo que las invita a negociar

«No se puede empezar la negociación de los convenios colectivos con una posición de huelga. Antes hay que sentarse a la mesa y negociar», en estos términos se manifestó ayer el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer, en una rueda de prensa convocada después de la reunión de la junta directiva de la organización.

El señor Ferrer dijo también que gran parte de la conflictividad se debe a «la actitud poco reflexiva y lamentable de las centrales sindicales que parece que no valoran la situación general de crisis, las dificultades de las empresas y los problemas del desempleo». La CEOE, comentó el líder de la patronal, no responderá con la misma dureza, pero mantendrá una actitud firme en sus posiciones negociadoras. A preguntas sobre si no era una provocación plantear, por parte de algunos sectores patronales, ofertas que implican despidos, y aumentos salariales mínimos, indicó que la situación de las empresas es muy mala y que, en todo caso, las centrales han planteado en muchos casos plataformas reivindicativas que suponen aumentos salariales del orden del 30% o 40%, e incluso del 78%.El secretario general de la CEOE, José María Cuevas, había dicho anteriormente que la CEOE valoró en su reunión de la directiva la actual conflictividad como una presión contra el decreto del Gobierno sobre política de rentas y contra la posición negociadora inicial de la CEOE.

Con respecto al debate sobre si el convenio de Renfe supone una violación del decreto de control de rentas, la posición de la patronal se concretó en los siguientes términos: «El decreto es ambiguo y lo hemos criticado. De cualquier forma, el Gobierno, que lo ha elaborado, tiene el deber de interpretarlo y puede ser aceptable la explicación oficial que se da en el caso de Renfe.» Dijo también que en ningún momento la CEOE ha tratado de influir en la posición del Gobierno ante los trabajá4ores de Renfe.

Camacho y Redondo responden a Ferrer

Sobre la posibilidad de iniciar una serie de conversaciones con las centrales sindicales mayoritarias en busca de unos acuerdos de base, los líderes de la patronal señalaron que los secretarios generales de CCOO y UGT han acusado recibo de la carta remitida por el presidente de la CEOE, la semana pasada, en la que les invitaba a una serie de negociaciones.

Marcelino Camacho, en su respuesta a Ferrer, indica que pueden plantearse reuniones preparatorias para encontrar líneas de coincidencia con carácter previo a una negociación formal y con objeto de prevenir la creación de expectativas poco razonables de acuerdo. Para el líder de CCOO los temas a negociar deben cerrarse en las claves de la negociación colectiva actual, es decir, salarios, derechos sindicales y empleo.

Nicolás Redondo, por su parte, ha acusado recibo de la carta de Carlos Ferrer y, según ha podido saber EL PAÍS, remitirá hoy mismo una nueva misiva en la que plante , a los temas de posible negociación, así como la negativa a realizar un montaje que pueda llamarse negociaciones bis de Castellana, 3.

Tras estas cartas es previsible que responsables de las tres organizaciones traten, en los próximos días, de fijar un temario y unos puntos de acuerdo que pueden ser discutidos dentro de una o dos semanas por los líderes de las tres partes.

Inquietud por el crédito

En la reunión se manifestó la preocupación de la patronal por las dificultades crediticias que amenazan de nuevo a las empresas con la política monetaria diseñada por el Gobierno. Consideran que el crecimiento del sector público y el superávit exterior, al margen del crédito privado, se reducen. Con respecto a los temas fiscales indicaron que la directiva ha decidido solicitar del Gobierno el establecimiento de un plazo de un año para adaptar el paso del sistema de estimaciones globales al de objetivos que afectan a buen número de pequeñas empresas.