Preparativos de la Conferencia Mundial de Ciencia y Tecnología

«Si los organismos internacionales, y entre ellos la UNESCO, no hacen frente a los problemas planteados para ayudar por parte de los países desarrollados a aquellos en vías de desarrollo, y se apartan de la vida real, perderán todo sentido y todas las expectativas que muchos países, esencialmente los menos favorecidos, han puesto en los organismos internacionales», el director adjunto de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, resumió ayer a EL PAIS la reunión preparatoria de la Conferencia Mundial de Ciencia y Tecnología, que se ha celebrado en Tallin, capitaI de Estonia, durante los últimos días.En esta reunión preparatoria, a la que seguirán otras en Singapur y México, terminarán con la celebración, en Viena, en el mes de agosto, de la Conferencia Mundial de Ciencia y Tecnología. En la capital báltica han participado ahora setenta científicos de todo el mundo, los mejores expertos en energía, población y recursos naturales.

«Para mí -nos ha dicho el representante del Club de Roma, Ricardo Diez Hochleitner- el encuentro de estos días ha supuesto la incorporación de los científicos de la Unión Soviética en la identificación y la búsqueda de soluciones en común, y han utilizado, por primera vez, clara y definitivamente, el mismo lenguaje que el resto de los participantes, conscientes de que estamos en una década muy peligrosa y debemos resolver juntos problemas muy difíciles.»

Contra lo que suele ocurrir en otros congresos que se celebran en la URSS, la reunión de científicos de Tallin ha estado totalmente despolitizada Ni la impresión general es que ha resultado una semana de estudios sin discrepancia. «El nuevo orden económico -añade Mayor Zaragoza- implica el desarme. La solidaridad mundial es un requisito nuevo en el orden internacional. Los científicos pretenden ofrecer acciones muy concretas en cuanto a los problemas de energía, zonas desérticas y agricultura tropical, entre otros. Se ha hablado claro y se ha hecho ver que no pueden mencionarse problemas de financiación cuando gastamos mil millones diarios en armamentos.»

Junto con los españoles ya mencionados, participó también el profesor Jesús Moreno, presidente del Instituto Nacional de Prospectiva.