_
_
_
_

El Estatuto del Menor prevé la transformación de los tribunales tutelares

El director general de Desarrollo Comunitario, José Manuel García Margallo, calificó este estatuto como «un texto único que atiende no sólo a la protección, sino a la promoción del menor», al darlo a conocer a la prensa en un acto al que asistió también la subdirectora general de la Familia, Margarita España.La actual legislación española, que sólo se ha ocupado del menor bajo un prisma restrictivo, se ve completamente modificada por este texto, en el que han trabajado numerosos especialistas en el tema del menor.

El presente estatuto, que se empezó a elaborar a raíz del Seminario de Protección Integral a la Infancia, celebrado en Madrid en abril del año pasado, no suscribe, sin embargo, muchos de los apartados del texto de conclusiones que se fijaron en dicha reunión. Dividido en cinco títulos: De la protección del Estado, De la protección en general, De la promoción integral de los menores, De los trastornos de comportamiento y de la situación irregular y Del sistema de promoción y protección de menores, este estatuto podría convertirse en breve plazo en un proyecto de ley, siempre que la comisión interministerial nombrada para su estudio en el último Consejo de Ministros decida enviarlo al Parlamento.

Más información
El niño en la legislación española

Para la puesta en práctica de cada uno de sus apartados, el estatuto se apoya en tres creaciones fundamentales que se estructuran a nivel de poder legislativo, con la figura del defensor del menor, con una Secretaría de Estado capaz de coordinar todos los aspectos de la protección y promoción del menor, en lo que se refiere al poder ejecutivo y una reforma que en principio parece bastante espectacular de los tribunales tutelares, en lo relativo al poder judicial.

La familia, modelo a imitar

Toda la normativa que se desarrolla en el estatuto se basa en la consideración de la familia corno núcleo básico de formación de la personalidad infantil. En función de este principio esencial, se acaba con las instituciones hospiciales clásicas para potenciar las experiencías de reeducación en hogares funcionales a cargo de una pareja de educadores. En este sentido se modificarán las normas de adopción para agilizar el procedimiento, y en los casos que esto no sea pqsible se llegará a un tipo diferente de acogimiento de menores que emule de la manera más fidedigna posible la fórmula familiar.Uno de los aspectos más debatidos y discutidos por los especialistas en el tema de la protección a la infancia ha sido el alcance que debe tener la patria potestad, hasta ahora excesivamente respetada por la normativa vigente. El estatuto det Menor la reconoce, pero legisla también la posibilidad de suprimirla en casos extremos en que el menor es maltratado por sus padres u obligado a delinquir.

El título IV del estatuto, dedicado a los Trastornos de comportamiento y la situación irregular del menor, supone un cambio de enfoque respecto a la consideración actual de las conductas predelictivas con una clara tendencia a evitar el internamiento de los niños. A pesar de que los tribunales tutelares siguen vigentes, el texto señala la necesidad de que sean asesorados en todo momento por equipos multidisciplinarios y supervisada la seguridad del niño por el defensor del menor,

La prevención de las conductas irregulares se asegura mediante la creación de servicios sociales específicos, tales como los Centros de Orientación de Menores, cuyo asesoramiento gratuito y de libre consulta puede pasar a convertirse en obligatorio en determinadas circunstancias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_