Seis grandes bancos preparan una ofensiva con la tarjeta de crédito para 1979

Un grupo de bancos está estudiando la posibilidad de lanzar en España la «tarjeta de débito», instrumento de pago que da al usuario la posibilidad de elegir el sistema de abono que desee mediante la utilización de unos teléfonos especiales, los «datáfonos», que la Compañía Telefónica tiene ya diseñados, ha sabido Efe en fuentes bancarias

El usuario de la tarjeta, al realizar la compra, utiliza el datáfono y mediante un código especial y secreto cursa a un ordenador la indicación para que se cargue en cuenta automáticamente el importe de la compra, o bien se pase al final de mes o a crédito.El lanzamiento de este tipo de tarjeta conlleva una serie de problemas iniciales, especialmente los referentes a la instalación de la red de «datáfonos», ya que sería necesario iniciar el sistema con el suficiente número de tarjetas y de establecimientos adheridos como para hacer factible la instalación necesaria.

Al parecer, la Compañía Telefónica ha realizado ya los estudios pertinentes y el coste de utilización del «datáfono» rondaría las 4.000 pesetas mensuales. El sistema de «tarjeta de débito» es conocido en Estados Unidos como el de tarjetas de «segunda generación», estimándose como un sistema mucho más sofisticado que la ya popular «tarjeta de crédito».

Por otro lado, seis grandes bancos españoles están preparando en estos momentos su estrategia para irrumpir en el mercado con sus respectivas tarjetas de crédito, que en una primera estimación facturarán más de 30.000 millones de pesetas en 1979, según han informado a Efe medios competentes.

Estos bancos son los integrados en la tarjeta de pago 4B -Banesto, Central, Hispano Americano y Santander-, el grupo del Banco Popular y el Banco Atlántico.

El grupo 4B lanzará al mercado la tarjeta internacional Visa dentro de 1979. En estos momentos se están realizando las gestiones pertinentes para formar una asociación de emisores de tarjetas Visa, cuestión de la que depende la fecha de salida de Visa-4B.

El grupo 4B instalará alrededor de mil cajeros automáticos, fabricados por NCI y cuyo volumen de inversión se estima cercano a los 2.000 millones de pesetas, repartidos por toda España, aunque por el momento no han decidido si estos cajeros irán destinados a Visa o a 4B. Por otro lado, estos cajeros se aproximarán más a los banqueros automáticos que los sistemas actualmente utilizados.

Una innovación que introducirá el grupo 4B será instalar los cajeros en lugares donde no haya sucursal bancaria.

La tarjeta 4B cuenta en la actualidad con 600.000 usuarios, factura anualmente más de 7.000 millones de pesetas y tiene a su servicio 5.000 oficinas bancarias. El grupo considera que los usuarios potenciales de su Visa rondan los cinco millones.

Para el mes de septiembre u octubre, el grupo bancario que encabeza el Banco Popular estima podrá poner en circulación su tarjeta de crédito Visa, al mismo tiempo que su tarjeta Multicard -cajero permanente- podrá haber rebasado ampliamente la cifra de más de 200.000 titulares, con la que actualmente cuenta. Multicard dispone en estos momentos de 210 cajeros instalados en todo el territorio nacional, siendo su cifra de movimiento estimada en 1978 de 7.000 millones de pesetas.

Banco Atlántico espera recibir, por su parte, este mes las especificaciones del programa de cheques de viaje de Visa Internacional, al que recientemente se afilió, estimando para el mes de abril o mayo su puesta en circulación. Respecto a la tarjeta Visa, la decisión para su emisión todavía no ha sido tomada por la dirección del banco, por lo que no se considera probable su puesta a punto antes del verano.

Este banco, cabeza de serie del grupo bancario de Rumasa, ya cuenta con la tarjeta rival de Visa en el mundo, la Master Charge, que emite el consorcio Interbank y de la que actualmente ha puesto en circulación cerca de 20.000, siendo su cifra de facturación, hasta septiembre de 1978, de trescientos millones de pesetas.