"Lo ocurrido en el entierro de Benjamín Díez fue producto de las circunstancias"

«El Ayuntamiento de Madrid está al lado de la Policía Municipal y nadie va a conseguir un enfrentamiento. Sobre lo ocurrido el día 22 en el entierro del policía municipal Benjamín Díez he pedido un informe, lo que no quiere decir que se vaya a expedientar a alguien», manifestó ayer, en una conferencia de prensa, el alcalde de Madrid, José Luis Alvarez.

El alcalde, que durante toda la rueda hizo notables alabanzas a la Policía Municipal -«los he felicitado por escrito en ocho ocasiones»-, explicó que se valorarán los hechos de ese día de acuerdo con una serie de circunstancias que concurrieron, como fueron la emoción e indignación de todo el cuerpo y, desde luego, de él mismo, y de los fallos de organización que hubo en el acto. «El primer error fue que la carroza fúnebre no estaba a la puerta del cuartel del Conde-Duque una vez que el funeral finalizó -explicó José Luis Alvarez- porque estaba previsto que la misa se prolongara algo más de los veinte minutos que duró. A partir de esto, los hechos que ocurrieron fueron producto de las circunstancias.»El alcalde fue preguntado en la conferencia de prensa si en la investigación que ha abierto tendrá en cuenta lo ocurrido durante todo el entierro o solamente lo ocurrido a partir del momento en que él abandonó la comitiva, en la calle de Alcalá esquina con Goya. «A la vista de lo ocurrido -respondió- creí que debía presidir el entierro hasta un determinado punto. Llegué hasta la agrupación de aquel barrio porque es a la que pertenecía Benjamín Díez.»

Respecto a la paralización del tráfico que se produjo ese día en Madrid y las responsabilidades que en ello tuvo la Policía Municipal, el alcalde negó que los policías hubieran abandonado el servicio. «El 21 de diciembre, día en que fue asesinado Benjamín Díez, se dictó una orden del cuerpo para que los mandos facilitaran la asistencia al entierro. Se dijo que los policías habían abandonado en masa sus puestos y no fue verdad. Esa mañana había 771 policías que siguieron prestando servicio. De éstos, 223 eran de la subinspección de circulación. Dieron permiso a 502 policías. Libres de servicio había 1.242 policías del turno de tarde y 364 del de la noche.»

Después, José Luis Alvarez informó de la situación del tráfico en esos días, como prueba de que el caos circulatorio de ese día no se debió exclusivamente a los acontecimientos ocurridos en el entierro. La grúa, entre los días 13 al 27, retiró un promedio de cuatrocientos coches diarios. La circulación había sufrido un empeoramiento en los distritos Centro, con aglomeraciones desde media mañana; Moncloa, Vallecas y Salamanca.

En cuanto a los atentados sufridos por miembros de la Policía Municipal después del asesinato de Benjamín Díez, un cóctel molotov arrojado en la misma plaza de la Villa, o el robo de las armas ocurrido el miércoles a dos policías en Moratalaz, el alcalde respondió que esperaba que consiguieran detener a los asesinos del señor Díez y que no creía que los restantes hechos tuvieran relación. «El día que arrojaron la botella de gasolina ante el Ayuntamiento era el aniversario de la muerte del anarquista Angel Pestaña, pero no creo que haya relación entre las agresiones.»

El alcalde anunció que el pleno de la Corporación que hoy se celebra presentará una moción para conceder a la familia una pensión extraordinaria y que sigan percibiendo el sueldo íntegro. Además, la concesión de la medalla de plata lleva aparejado también un beneficio económico.

Finalmente aseguró que a la vista de los resultados de la información se tomarán las medidas oportunas. «Que no tienen por qué ser una sanción, sino que puede ser también una mejora o reforma del cuerpo.»