El cadáver de "Argala", trasladado a su pueblo natal.
Varios cientos de personas, puño en alto y entonando el Eusko Gudariak, recibieron en el límite fronterizo de Irún el féretro que contenía los restos mortales de José Miguel Beñarán, Argala, cuyo cadáver fue trasladado ayer a su pueblo natal de Arrigorriaga. Allí, el féretro fue sacado del furgón y conducido a hombros hasta el domicilio familiar, en medio de un silencio impresionante, donde quedó instalada la capilla ardiente. Las banderas ondearon a media asta y ayer se cumplió el tercer día consecutivo de paralización laboral en el pueblo de Argala. En la foto, el cadáver de Argala en la capilla ardiente.
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