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El PNV prepara la renovación de sus cargos directivos

El Partido Nacionalista Vasco renovará entre el sábado y domingo próximos todos sus cargos regionales y nacionales. Pese a que dichos cargos debían haberse sometido a nueva elección a los dos años, según marcan los estatutos del partido, el órgano máximo del PNV, el Euskadi Buru Batzar, ha decidido adelantar la convocatoria ante la posibilidad de que en la primavera próxima se celebren elecciones municipales o generales.

Parece existir en el seno del partido cierta tensión de cara a las elecciones, lo que ha dado lugar a insistentes rumores en torno a posibles crisis internas y enfrentamientos entre sectores de signo político diverso.A menos de 48 horas de la celebración de las asambleas regionales, en las que se elegirán a los miembros de las direcciones de Vizcaya, Navarra, Guipúzcoa y Alava arrecian en Euskadi a escala de ambientes políticos los rumores de profundas disensiones entre sectores del partido y críticas de núcleos de la base hacia el Euskadi Buru Batzar.

Así, en los últimos días, se insiste en diversos sectores en la existencia de una lucha interna que en el seno del partido se produce entre corrientes que denominan demócrata-cristiana y socialdemócrata o socialista autogestionaria. Esos mismos medios recogen el aparente malestar de sectores de la base del partido hacia sus máximos órganos regionales y el nacional, a los que se culpa de querer reforzar su poder y su capacidad de decisión -con la ayuda de los parlamentarios-, en contra de la tradicional democracia interna del partido (de abajo arriba a través de una estructura municipalista y confederal).

Días pasados han trascendido a la opinión pública las críticas dirigidas por algunas juntas municipales de Vizcaya al Euskadi Buru Batzar, al que acusan de tomar frecuentemente decisiones sin contar con la base del partido. En otros casos se han hecho eco del malestar de núcleos de base que consideran que los parlamentarios actúan, en ocasiones, por libre y fuera del control del EBB.

En el primer caso se cita la decisión del máximo órgano del PNV de convocar la manifestación por la paz en Euskadi el 28 de octubre, recordando que entonces ya se produjeron fuertes disensiones entre las juntas municipales y el EBB, con la negativa pública de algunas de aquéllas en Vizcaya a aceptar tal iniciativa. En el segundo caso se recuerdan presuntas desconexiones entre los parlamentarios y el Euskadi Buru Batzar cuando en el Congreso se debatía la disposición adicional sobre las autonomías.

En su última reunión, celebrada el miércoles en Vitoria, el EBB denunció todos estos rumores recogidos en algunos periódicos vascos, calificándolos de tendenciosos.

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En el mismo escrito el EBB rechaza la denunciada desconexión entre parlamentarios y el máximo organismo. «Queremos hacer constar la total identificación que ha existido entre este órgano, ejecutivo y sus parlamentarios durante todo el proceso constitucional y cuya línea política ha sido refrendada unánimemente en la última asamblea nacional, celebrada el mes de octubre en Pamplona. Consecuentemente, tales versiones sólo pueden responder, o bien al desconocimiento de la estructura y funcionamiento interno del PNV, o, lo que sería peor, a una intencionada campaña tendente a oscurecer el eco que, indudablemente, ha tenido en Euskadi su reciente postura ante la Constitución y el referéndum.»

Carlos Garaicoetxea, presidente del PNV, declaraba ayer a EL PAIS: «Todo ese hatajo de mentiras, bulos y rumores tendenciosos forma parte de una campaña de alguien muy molesto con el PNV, alguien que desea debilitarnos, romper la hornogeneidad y la fuerza de un partido que ha salido robustecido tras el referéndum constitucional.»

El presidente del PNV considera que las tensiones que hoy existen en el partido son las lógicas en un período electoral, «máxime en un partido de estricta democracia interna».

En torno a las supuestas luchas por el poder entre sectores demócrata-cristianos y socialdemócratas del partido, el señor Garalcoetxea recuerda que en la asamblea general de marzo de 1977 en Pamplona se determinó la postura política clara e inequívoca del partido: «Somos una organización popular e interclasista en la que puede haber ciertas tendencias. Pero todo el partido ha asumido una formulación de tipo socioeconomico progresista, de matiz socialdemócrata, aunque paradójicamente seamos demócrata-cristianos ».

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