El cine

Según datos del libro RTVE informe 1978, los espacios cinematográficos (largometrajes y telefilmes; estos últimos son, normalmente, producciones filmadas para televisión) representaron el 18,02% (1.022 horas con 53 minutos) del total de los programas emitidos durante 1977 por los dos programas de TVE. El primer lugar lo ocupan los programas informativos, 25,95% (1.473 horas con veintiséis minutos), y el tercero, los espacios deportivos, 9,95% (565 horas con dos minutos).En este último trimestre se ha observado en TVE un considerable incremento en las emisiones de largometrajes y de telefilmes que reemplazaban a programas propios censurados (Escuela de salud, La semana...) y que paliaban la escasísima producción de programas en Prado del Rey y demás instalaciones alquiladas por RTVE a particulares.

La producción ajena representó el pasado año, según el citado informe, el 30,29% del total de las emisiones. El 77,1% de la producción ajena son precisamente largometrajes y telef ilmes. Sólo el 13,1% del total de producción ajena proviene de producciones nacionales filmadas (ajenas a TVE). Entre este material filmado ajeno a TVE debería contarse el cine español que se emite a través de la pequeña pantalla. Pero, hasta la fecha, no existen datos exactos de los porcentajes de cine extranjero y nacional que emite TVE.

Nos hemos tomado la molestia de desglosar el total de largometrajes emitidos en una temporada comercial cinematográfica: de octubre de 1976 a septiembre de 1977 TVE emitió 265 largometrajes, que agrupados por su nacionalidad de origen quedan así: Estados Unidos: 193 largometrajes; España: veinticinco (más cuatro coproducciones con Italia, República Federal de Alemania, Suiza y Argentina); Francia: diez; Gran Bretaña: nueve; Polonia: ocho; Hungría: ocho; Italia: cuatro (más una coproducción con EEUU); Alemania: dos; Suecia: uno, y Yugoslavia: uno.

Es decir, el 72,8% de los largometrajes emitidos son de origen norteamericano y tan sólo el 9,4% eran españoles. No es el caso de analizar la pobre representatividad del panorama internacional cinematográfico (pese a que, coincidiendo con la reanudación de relaciones con los países del Este, se emitieron largometrajes polacos y húngaros) ni que los largometrajes en cuestión tienen en la mayoría de los casos más de diez años y han extinguido su vida comercial.

Si bien ahora se nota una mejora en la selección de los largometrajes y felizmente se inicia la emisión de recientes largometrajes españoles, como los de Carlos Saura, las relaciones entre la industria cinematográfica nacional y TVE obligan a mencionar, en breve, las siguientes consideraciones: TVE sostiene el imperio colonialista de la producción norteamericana, principal enemigo del cine español. Si existe una cuota de pantalla para las salas cinematográficas (una película nacional por cada dos extranjeras) en TVE -la más grande sala de exhibición del país- debería aplicarse por lo menos el mismo criterio (en Francia, del 30 al 50% de los largometrajes deben ser de origen francés, según los canales y hora de emisión). TVE debería abonar un canon superior por la emisión de películas españolas, como medida de protección al cine español, incluidos cortometrajes y fomentar -ya que TVE no es capaz de producir- la producción o coproducción con productoras españolas de largometrajes y series nacionales. Unica solución para liberarse de la abusiva presencia norteamericana en nuestros hogares.