_
_
_
_

Indicios favorables de gas en el golfo de Cádiz

Una espectacular llama, de aproximadamente treinta metros, constató fisicamente en la mañana de ayer la existencia de un abundante caudal de gas metano en el sondeo Golfo de Cádiz C-2, operado por CAMPSA en aguas del suroeste peninsular, a unos 35 kilómetros frente a las costas de Huelva. En la simbólica prueba de producción del pozo estuvieron presentes el ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, y la totalidad de los directivos de la compañía. No obstante los indicios favorables, los técnicos estiman que la importancia del campo no podrá ser conocida antes del próxirno verano, una vez se hayan efectuado nuevos sondeos.Las primeras evidencias de la existencia de gas en la zona surgieron de los resultados de los sondeos preliminares denominados Golfo de Cádiz B-2 y B-3, realizados hace dos meses y situados en un radio aproximado entre cinco y siete kilómetros del que actualmente se realiza. La actual fase de investigación en el C-2 es la correspondiente a la evaluación del caudal de gas existente y los trabajos han dado resultado favorable. Sin embargo, los técnicos se muestran muy cautelosos sobre las posibilidades de explotación comercial del campo, ya que éstas no podrán ser definidas con exactitud hasta tanto no se conozcan las reservas totales que pueda albergar. Hasta ahora se conoce el caudal de gas que el yacimiento es capaz de suministrar, pero se ignora la duración potencial de su eventual explotación. Tampoco se ha delimitado todavía la amplitud del yacimento, ya que no se han realizado las pruebas correspondientes para conocer si los tres pozos que han dado indicios positivos están conectados entre sí o son totalmente independientes.

El caudal de gas metano verificado en las pruebas de producción iniciadas hace ahora una semana oscila entre uno y dos millones de metros cúbicos de gas por día. La profundidad de sondeo ha sido de aproximadamente 2.000 metros, con 78 de profundidad de las aguas en la zona. La configuración geológica del área en que se encuentra ubicado el Golfo de Cádiz C-2 presenta -a juicio de los técnicos- una serie de particularidades poco comunes, ya que la situación de la capa de gas se encuentra a menos profundidad de la que es habitual. Por lo general, los sondeos detectan gas entre 3.500 y 6.000 metros. Por otra parte, las delimitaciones de las capas son notablemente sólidas, con gran cantidad de composición arenosa entre ellas. A partir de la hipótesis más óptimista, el equipo de expertos de CAMPSA considera que el campo pudiera cubrir aproximadamente el 10% de las actuales necesidades gasíferas. Sin embargo, la importancia real del yacimiento se fundamenta -caso de resultar positivos los sondeos pendientes- en las posibilidades de industrialización que podría generar en la zona sur de Andalucía, a partir de una energía a pie de planta.

Dentro de aproximadamente diez días está prevista la iniciación de un nuevo sondeo, Golfo de Cádiz C-3, con la misma plataforma Bideford Dolphin que actualmente opera en el C-2. Si éste resulta igualmente favorable, se iniciaría una nueva campaña de tres sondeos que aportaría la información necesaria para una valoración definitiva de las posibilidades del campo. El coste aproximado del sondeo es de cinco millones de pesetas diarios, de los que 1,5 millones corresponden al arrendamiento de la plataforma por CAMPSA.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_