Insiste el PSOE: "Sólo habrá coalición en situación de emergencia"

Las posibilidades de un Gobierno de coalición UCD-PSOE para después del referéndum, basado en la solución del problema vasco y en la elaboración de las leyes de desarrollo de la Constitución, pudo ser uno de los temas analizados durante la extensa reunión celebrada por Adolfo Suárez y Felipe González en la tarde del martes. De dicha reunión no ha salido un acuerdo concreto -según parece- para aceptar la convocatoria electoral o ir al voto de investidura del actual presidente, aunque nada ha podido ser confirmado ni desmentido en la ejecutiva socialista ni en el palacio de la Moncloa.Felipe González reiteró ayer, en conversación con un grupo de periodistas, que su partido entraría en un Gobierno de coalición después del referéndum sólo en una situación de emergencia, pero no facilitó ningún otro detalle, salvo un mayor acento en la necesidad de un pacto socio-económico entre centrales sindicales y organizaciones empresariales. Falta por saber si la dirección del PSOE estima cercana esa «situación de emergencia», que estaría configurada por las secuelas de la situación militar y el terrorismo, muy especialmente en el País Vasco, entre otros temas.

Por lo que se refiere a UCD, el paso hacia la coalición se vería facilitado por las dificultades de que el partido centrista, tal como está configurado en la actualidad, se asegure un respaldo parlamentario estable que permita realizar una política fuerte y terminar con las ambigüedades del período de transición.

En la dirección del PSOE crece, a su vez, el número de opiniones favorables a una coalición con UCD. Los últimos pasos hacia esa posibilidad se contienen en el comunicado oficial del PSOE, dado a conocer la semana pasada después de una extensa reunión de su ejecutiva, en ofrecimiento de apoyo al Gobierno para una importante serie de temas, al margen de las diferencias programáticas con UCD.

Un problema común a UCD y PSOE, aunque por razones distintas, es la elaboración de las leyes de desarrollo de la Constitución. Si UCD tuviera que realizarlas bajo su exclusiva responsabilidad, podría correr serios riesgos parlamentarios, habida cuenta de que las más importantes de dichas leyes son orgánicas, es decir, exigen mayoría absoluta de los miembros del Congreso. La situación se complicaría aún más en caso de que los síntomas de ruptura en el episcopado ante la contemplación de los problemas temporales tuviera consecuencias en el seno de la propia UCD, donde hay un sector no desdeñable de procedencia demócrata-cristiana.

En una nota difundida a última hora de ayer, la dirección del PSOE puntualiza que si el proceso democrático sigue su curso, superando los elementos desestabilizadores, los socialistas permanecerán como «oposición responsable» hasta que el pueblo les lleve al Gobierno. Si se agudizaran los factores de desestabilización, «estamos dispuestos -dice la nota- a apoyar la actuación del Gobierno, al margen de consideraciones como la participación o no en el mismo, para conseguir una eficaz defensa de las instituciones democráticas».