Vía Crucis europeo

«En España, donde el milagrerismo y la incapacidad de análisis científico siguen primando, tan a menudo, a la hora de las reacciones ante lo que desde fuera se opina o se dictamina sobre nuestro país, es posible que la evaluación realista de la CEE -de la que ya se conocen las líneas generales- levante ampollas. Se hablará, sin duda, de boicot o de persecución. En realidad, se tratará tan sólo del diagnóstico de una economía, la española, de dimensiones respetables y aquejada de serios desequilibrios de estructura, de angustiosos problemas coyunturales y de indudables incompatibilidades con otras economías comunitarias. El informe no podía, por tanto, ser de color de rosa.» 28 noviembre