Radio Exterior

La radiodifusión exterior, con emisiones habitualmente en onda corta, forma parte del monopolio estatal en la mayoría de los países. A raíz de la segunda guerra mundial, las emisiones para el exterior se convirtieron en un arma política y propagandística hasta ceder terreno paulatinamente al intercambio informativo y cultural entre los pueblos.El panorama de la radiodifusión exterior española ha cambiado sustancialmente desde la inauguración de la emisora EAQ (14 de abril de 1932) hasta la posguerra. Desde los años cuarenta, las emisiones a dis tintos países estaban destinadas a contrarrestar el aislacionismo político y las que Radio Moscú emitía en gallego, catalán, euskera y castellano. Dirigidas por exiliados en nuestro país, nacieron las emisoras en ucraniano, letón, estoniano, lituano, croata, albanés, y casi todos los idiomas de los países del Este, además de coreano, árabe, etcétera. A partir de 1975 se renueva la plantilla de Emisiones para el Exterior de Radio Nacional de España, y en junio del mismo año se suprimen los programas dedicados a informar sobre «la verdad española» de los vencedores.

En enero de este año se cambia de indicativo -Radio Exterior de España- y se abren nuevos horizontes para la radiodifusión exterior. Ayer, mientras el comité de empresa de RTVE criticaba el anteproyecto de estatuto jurídico propuesto por UCD -pide que sean tenidas en cuenta sus opiniones-,la casi totalidad de los trabajadores de Radio Exterior hacían público un comunicado dirigido al consejo rector, comité de empresa y grupos parlamentarios: «Reividicamos para nuestra área de trabajo la autonomía propia de un servicio específico dentro de las prestaciones de RTVE. Entendemos que las emisiones de radio para el exterior tienen un planteamiento intrínsecamente distinto que la radiodifusión interior. Por ello, la autonomía funcional, con adecuados medios y presupuesto, sería la única forma de potenciar un esfuerzo profesional alejado de la propaganda y puesto al servicio de la nueva imagen de España. No se puede olvidar la enorme importancia que las grandes cadenas de radiotelevisión del mundo, especialmente, en área europea en la que España está inserta y a la que pretende unirse dentro de un tiempo, conceden a sus emisiones para el exterior. Un interés que, en muchos casos, es prioritario a la propia información para el interior del país.» Los trabajadores concluyen con la petición de que «se cuente con nosotros a la hora de dar forma al estatuto jurídico de RTVE».