El presidente argelino, Huari Bumedian, en coma desde el viernes pasado
La salud del presidente argelino, Huari Bumedian, que entró el viernes en coma según fuentes bien informadas, inspira ya las mayores preocupaciones a los dirigentes argelinos, aunque oficialmente persiste el hermetismo informativo. Argelia vive momentos dramáticos, mientras su máximo dirigente lucha contra la muerte, atendido por un grupo de médicos argelinos, franceses, norteamericanos y soviéticos.
El estado de salud del presidente Bumedian ha empeorado en las últimas horas, según ha podido saberse en medios bien informados de la capital argelina. Al parecer sigue inconsciente, en una sala de reanimación del hospital Mustafa, sin reponerse del paro renal que le afectó el viernes pasado cuando entró en estado de coma. El Consejo de la Revolución ejerce el poder colectivamente y persiste la tranquilidad en toda Argelia, desmintiéndose de esta forma los rumores acerca de movimientos inusitados del Ejército o de presuntas escenas de inquietud entre la población.Todas las miradas están dirigidas hacia la referida instancia, compuesta actualmente por nueve personas, incluido el propio Bumedian, que ejerce las funciones de presidente de la República, del Consejo de la Revolución y jefe supremo de las fuerzas armadas, ya que no existe el cargo de ministro de Defensa.
Observadores políticos y analistas de los círculos diplomáticos coinciden aquí en que todavía es prematuro poner nombre a un eventual sustituto del presidente argelino. Si Bumedian se viera imposibilitado de ejercer sus atribuciones, podría, como así se lo permite la Constitución, nombrar un vicepresidente o un primer ministro.
En el caso de un fatal desenlace no hay duda de que el Consejo de la Revolución que no tiene existencia legal como tal y está llamado a integrarse en el proceso de reestructuración política del partido único, el Frente de Liberación Nacional (FLN), tendría que definirse en un plano institucional, descartándose por los observadores la eventualidad de que sea mantenida por largo tiempo la dirección colectiva.
De los veintiséis miembros de que se componía este organismo, según la lista leída ante los micrófonos de Radio Argel el 5 de julio de 1965, semanas después de haber sido arrestado y destituido Ben Bella, ocho han fallecido, nueve se han retirado o fueron excluidos, y permanecen en el poder otros nueve, de los que cinco ocupan funciones ministeriales: los coroneles Abdelghani, ministro del Interior; Bencherif de Hidráulica; Draia, de Transportes, y los comandantes Buteflika, de Asuntos Exteriores, y Tayebi Larbi, de Agricultura.
Junto a los anteriores hay que añadir otros tres miembros que no han abandonado el mando directo sobre los efectivos armados, lo cual en Argelia no es un detalle accesorio: el coronel Benjedid Chadli ejerce la jefatura de la región militar de Orán (la más importante, después de la de Argel); su homólogo Abdallah Belhoucet dirige la región militar de Constantina, y el comandante Salah Yahiaoui, antiguo director de la Academia Militar de Cherchell, es el responsable ejecutivo encargado del aparato del FLN desde el año pasado.
La enfermedad de Bumedian se ha producido en un mal momento para Argelia, ya que a pesar de todos los esfuerzos que vienen realizándose aquí para implementar el marco agrícola y limitar los efectos de la corrupción administrativa y la burocratización, la situación económica sigue deteriorándose a ojos vista. La autoridad personal de Bumedian (quien cuenta con una enorme popularidad entre el pueblo argelino, que lo sigue considerando como un fellah, un campesino) sería ahora más necesaria que nunca. Esta es la impresión del hombre de la calle, al que se le observa visiblemente preocupado por el drama que está viviendo el país, ya que si viniera a desaparecer el presidente no podría descartarse por completo una modificación radical del ritmo y trayectoria políticos.
De acuerdo con la Constitución argelina, la desaparición física de Bumedian otorgaría la jefatura del Estado al actual presidente de la Asamblea Nacional Popular, Rabah Bitat, por un período interino de 45 días, durante los cuales el FLN habría de celebrar un congreso extraordinario, con el fin de designar un candidato a la presidencia.
La enfermedad de Bumedian sobreviene en un momento harto complicado para los argelinos quienes se encuentran confronta dos a una serie de decisiones de gran importancia: en el aspecto internacional, el conflicto del Sahara, occidental, y en el plano interno, el proceso legislativo que debía culminar con la realización del congreso del FLN.
Puede ser sometido a un trasplante de riñón
Una nefritis vírica, contraída, al parecer, durante la cumbre árabe celebrada en Damasco (Siria) durante el mes de septiembre es, al parecer, el origen del grave estado en que se encuentra el presidente argelino, Huari Bumedian.Durante su larga estancia en la Unión Soviética, los médicos rusos procedieron a una descapsulación de los dos riñones inflamados, para dejar más espacio de funcionamiento a ambos. A su regreso a Argel se produjeron complicaciones cardíacas a consecuencia del exceso de urea en el cuerpo.
Según los indicios disponibles, poco exactos hasta ahora, el presidente argelino tendría ambos riñones afectados. Las posibilidades de curación, de acuerdo con estos datos mínimos, serían dos, las normales en estos casos: sea un trasplante de riñón, que es una operación ya habitual hoy día, o someterse a «diálisis» (riñón artificial cada diez días) una vez recuperado de la actual crisis.
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