Los Reyes llegaron a Cancún (México)
Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, llegaron ayer a México a bordo de un avión Douglas DC-8, de la Fuerza Aérea española, que tomó tierra en Cancún, en el suroeste del estado mexicano de Yucatán, a las 3.40 de la tarde (10.40 de la noche hora española). Los Monarcas españoles, que viajan acompañados de los ministros de Asuntos Exteriores y Comercio, señores Oreja y García Díez, hicieron con anterioridad una escala de cerca de una hora en Santo Domingo, donde les fue tributado un caluroso recibimiento. Hoy los Reyes volarán a la capital mexicana, donde serán recibidos por el presidente José López Portillo, e iniciarán, de manera oficial, su visita a México.
Pocos minutos antes de las cuatro de la tarde, don Juan Carlos y doña Sofía descendían del avión al pequeño y moderno aeropuerto de Cancún, una bella localidad veraniega que quiere competir con Acapulco, y que dispensó una simpática acogida a los Monarcas españoles. No hubo ni honores militares ni recepción de rango de Jefe de Estado. La magna ceremonia oficial está prevista para mañana a las 10.30 (5.30 en Madrid), en el aeropuerto Benito Juárez, de México capital, donde el presidente de este país, José López Portillo, recibirá a los Reyes de España.En Cancún fue una ceremonia a la vez simple y emotiva. Mientras los Reyes saludaban a las autoridades locales encabezadas por el ministro de Exteriores, Santiago Roel, los mariachis de charros tocaban con entusiasmo y a destiempo la canción de Que viva España. En cuestión de segundos, los Reyes se vieron rodeados de una multitud (en el aeropuerto había cerca de 3.000 personas), y empezaron a recibir flores y regalos de las autoridades y de los habitantes de Cancún (una estatua de carey que representa al primer español que vivió en la zona, Gonzalo, Guerrero, un joyero del mismo coral negro para la Reina y un medallón de madera con el escudo de la Casa Real española). Este último presente tenía un significado especial: lo entregaron al Rey unos indios mayas, los ancianos de la comunidad de Puerto Carrillo, que acompañados de una lánguida orquestina vinieron en grupo a recibir a los Monarcas. El primer representante maya, al saludar al Rey, le pidió que fueran a ver las pirámides de Chichén Itzá, los restos más antiguos y esplendorosos que la cultura maya dejó en este país. Esta petición no pudo ser cumplida, a pesar 'de que estaba incluida en el programa de Cancún y de que constituía -con el deseo de descansar del largo viaje- el motivo esencial de esta escala, en ¡a que la reina Sofia estaba muy interesada.
La salida de los Reyes hacia la zona residencial de Cancún discurrió en medio de vivas a España y México de las gentes del lugar, que agitaban banderas de los dos países y portaban grandes carteles con la fotografía de los Reyes. Don Juan Carlos llegó a firmar algún autógrafo, y después de abrirse paso entre la muchedumbre consiguió entrar en los automóviles oficiales que transportaron al séquito real a un moderno hotel junto al mar, donde se le ha reservado todo un piso rodeado de fuertes medidas de seguridad.
El retraso de la llegada de los Reyes a México se debió a dos causas: la primera, los fuertes vientos de frente que frenaron la velocidad de crucero del avión, y la segunda, el magno recibimiento con que los Monarcas fueron acogidos en Santo Domingo, de manera casi inesperada. En el aeropuerto de la capital insular, miles de personas vitorearon a los Reyes en lo que se suponía que era una simple escala técnica. El presidente de este país, Antonio Guzmán, agradeció -esta tercera presencia de los Reyes en la República Dominicana, y don Juan Carlos pronunció un breve discurso en el que recordó con agradecimiento la amable acogida que se le dispensaba y su anterior estancia en este país, en su gira por Centroamérica y camino de Estados, Unidos.
En sus palabras, don Juan Carlos dijo al presidente Antonio Guzmán: «Me complace saludaros en Santo Domingo, en el ejercicio -de vuestras funciones de Gobierno, por la voluntad democrática de un pueblo que ha mostrado su inmadurez institucional y cívica; os renuevo la invitación a visitarnos oficialmente a España, visita que, con seguridad, consolidará el creciente acercamiento de nuestros países.»
Salida de Madrid
Los Reyes emprendieron viaje a México poco después de las nueve y media de la mañana de ayer desde el aeropuerto de Barajas, donde fueron despedidos por el Consejo de Regencia -que se ha hecho cargo de las funciones de la Jefatura del Estado en ausencia del Rey-, el presidente del Gobierno, el vicepresidente teniente general Gutiérrez Mellado, miembros del Gobierno y altas autoridades.
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