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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Monstruosa delegación de Educación y Ciencia

La delegación administrativa del Ministerio de Educación y Ciencia en Madrid es monstruosa, salta a la vista sobre todo en las fechas punta. Porque tiene sus fechas punta, como el Metro tiene sus horas ídem.La delegación de Madrid, en un día de punta, parece un hormiguero humano, en donde deprime ver colas interminables para consultas que se resuelven en minutos.

Hay profesores interinos que, tras conseguir su nombramiento al iniciarse el curso, vuelven a sus escuelas como si hubieran estado de rebajas en unos grandes almacenes. Regresan como tronados y dispuestos a trabajar en la ensenanza privada, con tal de evitar estos aglomerados. Menos mal que el tiempo cura amarguras y el curso es largo para olvidar sinsabores.

Parece como si la delegación se comprimiese cada año. Determinados servicios necesitan más espacio y se producen reajustes y traslados que son sólo parches a su estrechez. En esta comprensión interior desapareció la cafetería, único lugar donde uno podía tomar un refresco para combatir los sudores que produce.

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Madrid, con unos cuatro millones de habitantes, tiene una única delegación, al igual que otras capitales, que están unas cien veces menos pobladas. Lógicamente, se desprende de esto que en Madrid se impone una división administrativa como se ha hecho, por ejemplo, en lo municipal y en lo religioso.

Además, la delegación de Madrid ocupa una situación excéntrica, hacia el noroeste del casco urbano, con lo que se perjudica a los usuarios del extremo opuesto. Los del suroeste para acudir a servicios que son de doce a una tienen que perder toda la mañana y quizá el día, por lo que los alumnos son víctimas indirectas.

Para agravar la cosa, la delegación sólo dispone de un reducido aparcamiento, que se satura con los (Pasa a la página 10) (Viene de la página 9) vehículos de los funcionarios que trabajan en ella, y, lo que obliga a estacionar en doble fila y taponando aceras.

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