La agencia "Tass" califica a Havelange de dictador
La agencia oficial de noticias soviética Tass, acusó ayer a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) de impedir a los países socialistas ganar la próxima competición olímpica en este deporte con la prohibición de que participen sus mejores jugadores. Tass acusó igualmente, a la FIFA y a su presidente, Joao Havelange, porque ha prohibición afecta del mismo modo a todos los jugadores europeos y suramericanos -pero no africanos o asiáticos, según el máximo organismo, por su menor nivel- que jugaron en el pasado Campeonato del Mundo de Argentina al menos un partido.La decisión de la FIFA, que se produjo ya en Buenos Aires durante las reuniones celebradas en el transcurso del Mundial, se originó a instancias de Francia, después de muchos años de protestas contra los países socialistas que jugaban -y ganaban- el fútbol en los Juegos Olímpicos con los mismos equipos de otras competiciones profesionales, debido a su falso amateurismo.
La agencia Tass dice en su nota que Havelange demostró con esta decisión que la FIFA continúa su actitud obstinada y no le hace el más mínimo caso a una entidad de rango superior, como es el Comité Olímpico Internacional, para el que la participación hasta ahora era libre, pese a las citadas protestas.
A continuación pasa a señalar que todo ello se debe a motivaciones políticas, y las enumera. «Alguien de la FIFA -dice- está disgustado por las victorias de los países socialistas en los torneos de fútbol olímpico. De ahí que quieran reducir su número ciertas "figuras"», y hace referencia a las declaraciones de Havelange sobre la posible desaparición del fútbol en los próximos Juegos de Moscú si el COI se niega a aceptar las limitaciones de participación dejugadores impuestas en Buenos Aires. Tass califica a Havelange de «dictador del fútbol mundial».
Por otro lado, la nota de la agencia soviética recuerda los ataques al predecesor de Havelange, sir Stanley Rous, cuando rechazó la posibilidad de que Chile jugara en campo neutral su encuentro con la URSS, clasificatorio para la fase final del Campeonato del Mulido de Alemania en 1974. El primer partido finalizó en Moscú con empate a cero goles, y la URSS se negó a jugar en Santiago, arguyendo que no podía disputar un encuentro en un campo que había sido utilizado como campo de concentración y de muerte después del golpe militar que derrocó a Salvador Allende. La URSS acusó al dirigente inglés de «maniobras políticas» y en las siguientes elecciones para la presidencia -que perdió en beneficio del brasileño Havelange- le retiró su apoyo.
De cualquier forma, anteayer se celebró en Madrid, por parte del Comité de Fútbol Aficionado, el sorteo de las eliminatorias previas para los Juegos de Moscú en 1980; un paso que por los acontecimientos sucedidos y por suceder podría servir para poco.
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