La supuesta carta-bomba desactivada en TVE contenía una "cassette"

«Ni había goma-2 ni ningún tipo de explosivo, sino simplemente una cassette, un LP y una carta para Enrique Martí Maqueda, ofreciéndole mi número mexicano por si lo encontraba interesante para incluirlo en el programa 300 millones de televisión», manifestó ayer José Luis Menéndez Blanco, después de pasar la noche en el cuartel de la Guardia Civil de Contrueces (Gijón), donde estuvo retenido por el supuesto envío a los locales de Madrid de Radiotelevisión Española de un paquete-bomba del que se dijo contenía de doscientos a trescientos gramos de explosivo.

Según publicaba ayer toda la prensa ante la denuncia del destinatario, el supuesto artefacto fue explosionado mediante voladura controlada por los técnicos del grupo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil.Investigaciones posteriores comprobaron que no se trataba de una bomba. José Luis Menéndez Blanco, representante de una firma comercial y conocido en el mundo de la canción con el seudónimo de Rosendo Menéndez, había enviado otros paquetes iguales a Iñigo y a José Luis Uribarri, poniendo en todos ellos como remite su nombre de pila y la calle, Cea Bermúdez, número 60, de Gijón. «No entiendo -manifestó- como con estos datos se puede pensar que en el interior del paquete iba una bomba.» En la noche de anteayer, cuando Rosendo Menéndez se disponía a entrar en su casa, fue abordado por cuatro personas que salieron de un Seat 127 y le rogaron que les acompañara, identificándose como miembros de la Guardia Civil. «Como en la calle en que vivo es muy oscura -declaró después- tuve mis dudas, porque iban vestidos de paisano y les pedí que me dejaran ir al cuartel en mi coche. Ellos aceptaron, pero con la exigencia de que no me fuera solo. Entonces, pedí permiso para que nos acompañara, a mí y a uno de aquellos señores, un amigo mío. En el cuartel me trataron con toda corrección.

La dirección general de la Guardia Civil no dio ningún tipo de información oficial durante el día de ayer ni desmintió la existencia de goma-2 en el paquete, ni siquiera a la policía madrileña. La declaración efectuada a EL PAÍS por el teniente coronel de la III Comandancia de la Guardia Civil, tres horas después de explosionado el supuesto artefacto, en el sentido de que «no se tiene aún el informe técnico, pero se sospecha de que pudiera tratarse de doscientos o trescientos gramos de goma-2», fue la misma que recibieron distintos organismos oficiales cercanos al Ministerio del Interior.