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El paro no bajará del millón de personas aunque la economía crezca al 5 % anual

En los dos próximos años, el número de personas que pasará a formar parte de la fuerza de trabajo será de 296.000, lo que representa un crecimiento del 1,2% anual acumulativo. El objetivo de pleno empleo aparece como inalcanzable a corto y medio plazo para la economía española. Estas son dos de las afirmaciones contenidas en la ponencia presentada ayer por Joaquín Leguina, funcionario del Instituto Nacional de Estadística, en el seminario franco-español sobre «Problemas actuales de la economía de empleo».

Este seminario cuenta con la participación de expertos en materia de empleo de Francia y España, así como de dos organismos internacionales, la OCDE y la OIT.La comunicación del señor Leguina es el fruto de los trabajos realizados en el Ministerio de Economía desde mayo pasado por un grupo especial, constituido para analizar todos los problemas relacionados con el empleo y que en una primera fase han estado dirigidos a evaluar la oferta de empleo en nuestro país.

Desajustes de fondo

El informe del grupo de trabajo señala que a finales de este año los cálculos realizados permiten estimar que el paro alcanzará en España el 8% de la población activa. «La inadecuación entre la oferta real de fuerza de trabajo y demanda -señala la comunicación- va algo más allá de la crisis del 74, mostrando disfunciones profundas entre la generación de la oferta de fuerza de trabajo, es decir, el proceso demográfico educativo, y la demanda que el sistema productivo genera.»La distribución del paro entre las diversas ramas de actividad económica permanece bastante estable a lo largo de los tres últimos años. Sin embargo, el sector más afectado por el aumento relativo de desempleo ha sido el industrial, ya que desde 1976 ha visto aumentar el número de parados en un 59,8%; en el sector de servicios el incremento ha sido del 44%, en el de la construcción un 37,7%, en los «no clasificados» un 33,6% y en el sector agrícola un 30%.

La edad es una de las variables que más cruelmente refleja la situación del desempleo actual en nuestro país, ya que en los últimos dieciocho meses, cada mes entran en las estadísticas de paro 10.000 personas de menos de treinta años de edad, lo que equivale a un crecimiento mensual acumulativo del 2,2%. «Si se tiene en cuenta que en el primer trimestre de 1978, el 57% de los parados eran menores de treinta años, quedará esbozado el grave problema que tal situación implica.»

Jóvenes y mujeres

Además del factor edad, la segunda discriminación importante en el desempleo es el sexo. Casi la cuarta parte de los menores de veinte años de ambos sexos se encontraba en paro en 1977, lo que va «más allá -según los autores del estudio- de la crisis coyuntural para poner al descubierto una inadecuación violenta entre el sistema educativo presente y la institucionalización del mercado de trabajo del que se ha dotado el sistema productivo».El nivel cultural es otra variable que está íntimamente relacionada con la intensidad de paro, ya que entre las personas que han perdido un empleo la mayor parte tienen un bajo nivel formativo, pero entre los que buscan empleo por primera vez, el porcentaje de los que tienen estudios superiores es muy elevado. De todos los españoles que buscan primer empleo, el 83,9 % tiene estudios superiores y sólo el 8,7% son analfabetos, como se puede observar en el cuadro adjunto.

«La resistencia a abandonar el mercado por parte de las personas con estudios de cualquier sexo, unido a la necesariamente creciente productividad del sistema en la que el éxodo agrícola aún habrá de ser importante, hacen que la "oferta real", al enfrentarse con una demanda en crisis, cree un paro de compleja asimilación en el corto y el medio plazo», agrega la ponencia.

Para los dos próximos años, si se supone un crecimiento del Producto Interior Bruto del 5 %, el objetivo de mantener el número total de parados sin aumentar (es decir, 1.068.900, los que se prevé que habrá a finales de este año), sólo podrá alcanzarse con un crecimiento de la productividad por persona ocupada del 3,8 %. Teniendo en cuenta que la productividad, del sistema viene creciendo por encima del 4 %, tan moderado objetivo sólo puede conseguirse bien mediante un crecimiento mayor de la producción global o bien a través de un esquema de reparto del trabajo, que permita un crecimiento moderado de la productividad por persona, a la vez que crece sensiblemente la productividad por hora trabajada.

Por otra parte, el objetivo del pleno, empleo aparece para los autores como inalcanzable en el corto plazo. El número de ocupados catalogados como «analfabetos y sin estudios» debería disminuir a un ritmo cercano al 3 %, mientras que un equilibrio para los estudios medios y superiores también exigiría la creación de puestos de trabajo adecuados a dichas cualificaciones a ritmos semejantes.

En la sesión de ayer se presentó otra ponencia a cargo del francés Sautter, en la que se señala que una política económica de corte keynesiano parece poco adecuada para el tratamiento del problema del desempleo, por la incidencia negativa que puede tener en el sector exterior y en el ritmo de inflación y por su poca efectividad para combatir el paro estructural.

Las sesiones del seminario fueron abiertas por el subsecretario del Ministerio de Economía, Javier del Moral, quien señaló que desde el segundo semestre de 1974 hasta el tercero del año pasado, la población ocupada en España descendió en 400.000 personas, a pesar de los fuertes déficits exteriores que ha venido soportando el país y a las no menos impresionantes tasas de inflación.

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