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La crisis acentúa las divisiones en los partidos portugueses

La larga crisis política portuguesa empieza a tener efectos disgregadores en los partidos políticos. Los comunistas son los únicos que mantienen, al menos aparentemente, unidad alrededor de Alvaro Cunhal y de su dirección.Al comienzo de la crisis, sacudido por las deserciones de dos antiguos ministros -Antonio Barreto y Medeiros Ferreira-, el Partido Socialista apareció como el «gran enfermo». La situación no ha sido totalmente superada: se han registrado últimamente nuevas pérdidas en el seno de la Juventud Socialista, y también la del director del oficioso Diario de Noticias, el diputado socialista Mario Mesquita. Se habla además del alejamiento de otro director de periódico estatalizado, Francico Sousa Tavares, de A Capital, aunque el interesado lo desmiente.

Pero el movimiento centrífugo no ha alcanzado la magnitud quemuchos esperaban, y esa es, probablemente, la razón de la prudencia de Medeiros Ferreira y de Antonio Barreto, que, al anunciar la próxima aparición de su Manifiesto Reformador, no muestran ninguna prisa en formar el nuevo partido auspiciado por los llamados «presidencialistas». Así, Medeiros Ferreira limita sus críticas a la dirección y a la política gubernamental del Partido Socialista, y no descarta aún una evolución favorable a sus tesis en el interior del partido hasta el próximo congreso.

La crisis actual ha reactivado también las divergencias en el seno del Partido Social Demócrata (PSD), de Sa Carneiro. Las polémicas entre «sa carneristas» e «inaplazables», como se llama aquí a los seguidores de Sousa Franco, que disponen de mayoría en el grupo parlamentario, se están acentuando en vísperas de la reunión del consejo nacional del PSD. El peligro de ruptura parece haberse alejado, por el momento, con la decisión unánime de los diputados del partido de no incorporarse al Gobierno de Mota Pinto.

Pero Sousa Franco acaba de volver al ruedo con un artículo publicado en el Diario de Noticias que contradice seriamente las tesis de Sa Carneiro.

Al abordar el tema de la revisión constitucional, caballo de batalla del PSD, Sousa Franco sostiene que lo que conviene es una revisión y no la elaboración de una nueva constitución. Para el dirigente socialdemócrata, el texto constitucional debe ser expurgado de sus aspectos ideológicos, pero conservando sus rasgos políticos e incluso programáticos esenciales. Añade que hay que reagrupar alrededor del proyecto a «la más amplia mayoría parlamentaria posible», sin enfrentase a las demás «mayorías».

A su vez, la creciente tendencia de Sa Carneiro a encabezar un gran bloque «antiizquierda» -no sólo anticomunista- está teniendo ecos en el seno del Partido Demócrata Cristiano, tanto en la dirección, decidida seriamente a crear un partido «centrista», como en la base, muy derechista, que soporta mal verse ultrapasada a la derecha por Sa Carneiro y por el nuevo partido fundado por el general Kaulza de Afriaga.

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