Aplazamiento temporal del plan de protección del ambiente urbano
La Comisión Informativa de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid decidió ayer por la tarde no aprobar en toda su extensión el Plan Especial de Protección del Ambiente Urbano -que, en su parte principal, desarrolla el conocido como Precatálogo de Edificios Conjuntos a Conservar-, sin hacerlo de aquella parte del plan que hace referencia a los edificios ya incluidos en el citado Precatálogo y sobre los que pesa la suspensión de licencias urbanísticas para toda clase de obras, bien sean de demolición, bien de restauración.
El Plan Especial de Protección del Ambiente Urbano tiene, en sí mismo, unas mayores ambiciones que el Precatálogo que, en principio, debería desarrollar, ya que no sólo se limita a establecer las condiciones urbanísticas en las que han de moverse a partir de ahora los edificios incluidos en éste, sino que amplía el ámbito de actuación del plan y lo hace extensivo a prácticamente todo el término municipal de Madrid.Por supuesto, no todos los edificios actualmente construidos en la ciudad tienen el mismo tratamiento -conservación a ultranza, como puede ser la de la mayoría del casco central de la capital-, sino que se establecen distintas gradaciones de importancia de los edificios y de la forma en que éstos han de ser conservados.
Es precisamente esta parte referida al resto del término municipal una vez descontado el centro, que ha causado la mayoría de las posiciones enfrentadas.
Los razonamientos aducidos por los concejales para conseguir que no fuera aprobada esta parte en la reunión de ayer se basan en que entra en conflicto con normas legales de alto rango, como el Código Civil y la ley del Suelo. Los técnicos, sin embargo, que fueron invitados a abandonar la reunión durante la discusión política del asunto, estiman que ese conflicto no existirá en modo alguno, ya que ellos mismos se han encargado de milimetrar las posibilidades de incompatibilidad legal.
Los planes municipales entran ahora, pues, en un camino distinto al que se había proyectado hasta el momento. Y de esos planes participa el propio alcalde, convencido de la no viabilidad del Plan Especial, tal como está redactado actualmente.
Con toda probabilidad, el Plan Especial no irá, ni aun en la parte aprobada ayer por la Comisión, a estudio del pleno de este mes -que se celebrará el próximo viernes-, sino que se celebrará un pleno extraordinario sobre el 6 ó 7 de noviembre, reunión en la que sólo será somelida a aprobación la parte que desarrolla el Precatálogo, y no la referida al resto del término municipal.
Después de que el pleno haya aprobado esa parte de desarrollo del Precatálogo, los técnicos municipales -no sólo los urbanistas, sino también los letrados- intentarán una nueva redacción de la parte no aprobada ayer. Pero la redacción legalista de esa parte no será ya una cuestión de días, sino que puede llevarse mucho más tiempo, incluso hasta pocas fechas antes de que se convoquen las elecciones municipales.
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