Un socialista democrático y reformista
Carlos Alberto Mota Pinto, nacido cerca de Coimbra el 25 de julio de 1936, es una figura bien conocida de los medios, democráticos políticos y universitarios desde antes del 25 de abril de 1974.Fue elegido diputado a la Asamblea Constituyente en junio de 1975, en representación del entonces Partido Popular Democrático, hoy Partido Social Demócrata, del que se separó en diciembre de 1975. El congreso de Avéiro del PPD, que marcó el regreso de Sa Carneiro al liderazgo del partido, rechazó una «plataforma social democrática hacia el socialismo» de la que Mota Pinto era uno de los autores. Mota Pinto abandonó entonces el partido, conservando su escaño como «independiente» y sin integrarse al «movimiento socialdemócrata » creado por los otros disidentes del PSD.
Fue nombrado miembro de la comisión constitucional por designación del presidente Eanes, función que abandonó en julio de 1976 para entrar como ministro de Comercio y Turismo en el primer Gobierno Soares -socialista homogéneo- hasta la caída de este Gabinete en diciembre de 1977. Después de esta fecha manifestó su voluntad de alejarse de la vida política, regresando a sus funciones de catedrático de Derecho de la Universidad de Coimbra. Siempre se abstuvo de comentar las afir maciones de dirigentes del PSD, según las cuales sería «inminente su reintegración en el partido».
El mismo se define como un «socialista democrático y reformista», entendiendo la socialdemocracia como una corriente que admite tendencias muy variadas, desde el «cristianismo social» hasta un marxismo «entendido como método de interpretación social y económica de las sociedades humanas» y pasando por las escuelas laica, liberal y radical.
Entiende que el nuevo régimen portugués debe guiarse, en el plano interno, por una política de «estabilización de instituciones democráticas de tipo europeo occidental» y no debe descuidar en el plano externo sus relaciones con el Tercer Mundo y, en particular, con Africa. «Si la pertenencia a Europa es dictada a Portugal por un alto grado de dependencia económica -dijo en una ocasión-, no debemos olvidar que nuestra geografía y nuestra historia nos señalan otros horizontes hacia el Tercer Mundo. Portugal es Europa, pero, y hasta cierto punto, es también Tercer Mundo y concretamente Africa.»
Como ministro de Comercio dedicó una atención personal y particular a la diversificación de las relaciones comerciales portuguesas.
Es casado y padre de tres hijos.
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