En veda la trucha, el lucio centra la nación

Con el término del verano las posibilidades de pesca han quedado notablemente reducidas. La trucha, incluida la de alta montaña, entró en veda, y la carpa, la tenca y el black-bass inician ya paulatinamente su letargo invernal. No obstante, la actividad no se paraliza por completo, ya que en España hay especies que no tienen veda o que con el frío adquieren su máxima actividad, como es el caso del lucio.

En España hay un millón de pescadores. La mitad de ellos no guardan las cañas, en el invierno porque ven grandes posibilidades de éxito en esta época. Ahora es, precisa mente, cuando más fácil resulta pescar porque no hay que recurrir al trabajo burocrático de solicita permisos. Al estar en veda el salmón y la trucha no hay que hacerse con permisos de pesca, ya que las restantes especies apenas disfrutan de acotados.El pez que va a centralizar la atención de los pescadores va a se el lucio. Esta especie fue introducida en España hace ya casi treinta años. Llega a medir algo más de un metro y su peso rebasa, de hecho, los veinte kilos. Se alimenta de peces, por lo que su importación fue muy criticada en su día, puesto que su repoblación conlleva la desaparición total de otras especies menores. En España abunda notablemente, siendo muy común en la mayoría de los embalses de la zona centro y ríos de cierto caudal. En las cuencas del Tajo y Guadiana se -adaptó muy bien, y Buendía y Entrepeñas son los centros donde se suelen capturar los mayores ejemplares. El lucio no tiene veda, y si no, tiene un tamaño mínimo de cuarenta centímetros debe restituirse al agua. Pez vivo y cucharilla son los cebos ideales.

Otras especies que no tienen veda son el barbo y la boga, junto con otros peces menores que se engloban en el género de los ciprínidos y que son el gobio, el cacho, la bermejuela, etcétera. Su dimensión mínima debe ser de ocho centímetros, a excepción del barbo, que tiene que tener diez más. Sólo este pez puede adquirir un gran tamaño -diez kilos de peso-, y la captura de los demás constituye una excelente escuela para los que se inician en este deporte. En esta época los ciprínidos, que se dan ,por toda España, son muy perseguidos para abastecer el mercado de peces vivos para los pescadores de lucio. Los cebos ideales van desde el gusano hasta los frutos de la tierra.

Carpas, tencas y black-bass tampoco tienen veda. Realmente no la necesitan porque con el frío se aletargan, es decir, paralizan por completo su actividad, refugiándose en los fondos, donde permanecen hasta entrada la primavera. No obstante, todavía en los días soleados del otoño es factible su captura, aunque ya en menor número que en verano, pero existe el aliciente de que los ejemplares que aún nose han aletargado son, precisamente, los de mayor peso. La carpa llega a adquirir un desarrollo superior a los veinte kilos, y los otros dos peces, de casi cinco. Las tres especies abundan en las aguas tranquilas de toda la Península, a excepción del Norte. Para que no tengan que ser devueltos al agua, el black-bass de be tener un tamaño mínimo de veintiún centímetros; la carpa, de dieciocho, y la tenca, de quince. Las otras especies que son objeto de gran atención en España, el salmón, la trúcha y el cangrejo, permanecen ahora en veda. Las dos primeras especies podrán pescarse a partir del mes de marzo, y la otra, de junio. Las tres, al revés que todas las anteriormente citadas, tienen, además, un número máximo de capturas. Como se ve, su cuidado es máximo porque son las especies que reportan beneficios económicos al Icona con los múltiples acotados que existen y de los que algunos llegan a funcionar durante todo el año en régimen de pesca intensiva con truchas arco iris.