Don Juan Carlos: "Atravesamos tiempos difíciles tanto dentro como en el exterior"

Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía visitaron ayer Zamora, adonde llegaron sobre las once de la mañana, acompañados por los ministros del Interior, Rodolfo Martín Villa, y de Sanidad, Enrique Sánchez de León. La inauguración de una nueva fase de la residencia sanitaria, el discurso del Rey en la plaza del Ayuntamiento y la visita de los Monarcas a Toro, durante la tarde, constituyen los momentos principales de la jornada, jalonada, en todo momento, por el entusiasmo y la asistencia multitudinaria de zamoranos.

Los Reyes se dirigieron, poco después de llegar en helicóptero al helipuerto de la Universidad laboral, hasta la residencia sanitaria, donde inauguraron la ampliación de la misma y recorrieron sus dependencias. Durante la estancia de los Reyes en el centro sanitario nació una niña, hija de un albañil. La Reina acudió a felicitar a los padres.Desde allí, los Reyes se dirigieron hasta el Ayuntamiento de Zamora. En la plaza fueron recibidos por miles de personas que pugnaban por acercarse a los Reyes. Don Juan Carlos estrechó la mano a muchos de los congregados.

Ya en el Ayuntamiento, el alcalde de la ciudad, Ricardo Rodríguez, pronunció unas palabras en las que recordó la marginación de Zamora y los problemas que le acucian, pero añadió que no era posible confundir los términos y pedir al Rey cosas concretas. Le rogó que fuese el valedor de los zamoranos ante quienes pueden resolver las cuestiones pendientes.

El presidente de la Diputación, señor Gómez Sandoval, solicitó también el apoyo real para la solución de las necesidades y anunció que se había concedido a don Juan Carlos la medalla de la provincia en su categoría máxima.

Don Juan Carlos pronunció después un discurso, que fue interrumpido en varias ocasiones por el público, y en el que, entre otras cosas, dijo:

«Ciñéndonos a un episodio lejano y de nombre significativo, aquel del "campo de la verdad", entiendo que esa denominación, traspuesta a términos enteramente pacíficos, puede ser un lema del honrado quehacer de cada día para todo español que sienta, junto al amor de su país, el anhelo constante de hacerlo más próspero, más justo y más solidario.»

«Todo día que amanece -prosiguió don Juan Carlos- abre ante nuestros ojos un "campo de la verdad", una ocasión de ser leales, con inquebrantable fidelidad, a los requerimientos del quehacer ciudadano. Atravesamos tiempos difíciles, tanto dentro de nuestras fronteras como en el agitado escenario del mundo, al cual no podemos ser ajenos. Y nada debe deslumbrarnos o cegarnos frente a la verdad. Sólo así podremos actuar serena y honradamente, con la paz como norte y con la unidad como palanca segura de éxito.»

Concluido el discurso, los Reyes se trasladaron a la Diputación, donde se le impuso a don Juan Carlos la medalla de la provincia. Tras almorzar en el edificio de la Diputación con las autoridades civiles y militares y los parlamentarios de la provincia, los Reyes departieron con éstos y escucharon una exposición de los principales problemas que afectan a Zamora.

Don Juan Carlos y doña Sofía se trasladaron más tarde en helicóptero a la localidad de Toro.

En el Ayuntamiento de la ciudad el alcalde, Rafael Lorenzo, les dio la bienvenida, y entregó al Rey un dossier que recoge las necesidades de la ciudad. Don Juan Carlos dio las gracias en una breve alocución y pidió que «todos sigamos trabajando por esta maravillosa España».

Finalmente los Reyes emprendieron viaje de regreso a Madrid, en helicóptero.