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Guardia civil retirado asesinado en Guipúzcoa

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El guardia civil retirado Ramiro Quintero fue muerto a tiros ayer, hacia las nueve y cuarto de la noche, en la población guipuzcoana de Lizarza, al ser alcanzado por seis disparos, uno de los cuales le causó la muerte casi instantánea al atravesarle el corazón. Tras su jubilación el señor Quintero trabajaba como guarda jurado en una piscifactoría.

El atentado tuvo lugar en el puente sobre el río Araxes, a unos cinco kilómetros de Tolosa en dirección a Pamplona. El señor Quintero acababa de salir del bar Leku Alai, donde había tomado unos vinos en compañía de otras dos personas que estaban también con él en el momento de producirse los disparos.

Los autores del atentado esperaban, al parecer, en la plaza del pueblo, desde donde se domina la salida del bar y el puente. Un vehículo, al parecer un Seat 127 de color blanco, ocupado por dos personas, se detuvo a unos cinco metros del señor Quintero y uno de sus ocupantes descendió del mismo y efectuó varias ráfagas de metralleta, sin que resultara alcanzado ninguno de los acompañantes.

Las primeras personas que acudieron al lugar fueron la mujer y dos hijas del fallecido, que desde su casa, situada a escasa distancia, escucharon los disparos. Su propia mujer le quitó la chaqueta y el jersey que llevaba y pudo comprobar que tenía al menos seis impactos.

Ramiro Quiritero, de 57 años de edad, era natural de la isla de Tenerife y hasta hace dos años había pertenecido a la Guardia Civil. Desde su jubilación estaba empleado en la piscifactoría que lcona tiene en Lizarza, en calidad de guarda jurado. Estaba casado y tenía seis hijos. Los tres mayores residen fuera del País Vasco y las otras tres hijas (una de diecinueve años y dos mellizas de trece), viven a escasos metros de donde murió el padre.

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