Cataluña asume las primeras transferencias
Los delegados provinciales de los Ministerios de Obras Públicas, Agricultura, Comercio e Industria y los secretario generales técnicos de los Departamentos de Economía y Finanzas, Agricultura y Política Territorial de la Generalidad de Cataluña, firmaron ayer en Barcelona el acta de transferencia de funciones, servicios y competencias que a partir del pasado 1 de octubre pasan a depender del organismo preautonómico. Asistían al acto Tarradellas y el ministro de Justicia y presidente de la comisión mixta Estado-Generalidad, Landelino Lavilla, quien en un breve parlamento puso de manifiesto «lo compleja y delicada que es la transferencia efectiva de los medios personales, materiales y financieros para que no haya quiebra ni perturbación alguna en la sustitución de la Administración del Estado por la de la Generalidad».
Palabras de Landelino Lavilla confirman lo ya adelantado por EL PAIS, basado en fuentes de la propia parte catalana de la comisión mixta, referentes a la deficiente infraestructura de la Generalidad para recibir los servicios traspasados.
«No me parece -dijo el ministro de Justicia- el mejor planteamiento de estos procesos de transferencias aquel que opera sobre la base de que existe una tensión polémica entre la Administración del Estado y la Generalidad. No hay papeles prefigurados en que se trate por parte de la Generalidad de arrancar competencias y corresponda al Estado resistirse a esta transferencia.» El tema de las supuestas reticencias del Estado a la hora de transferir los servicios que acaban de pasar a la Generalidad ha salido a relucir en el curso de la negociación en más de una ocasión. En realidad, y así lo ha reconocido el propio Tarradellas, existía una actitud de frenazo por parte de este último cara a una rápida transferencia de competencias.
