Tienen vivienda social, habitada por otra persona
Alicia de la Rosa, gitana, madre de trece hijos, ha visto obligatoriamente prolongada su vida como chabolista en una colmena de Carabanchel, por un error administrativo. Desde el pasado mes de julio su familia es adjudicataria de una vivienda social en Alcalá de Henares. Cuando se presentaron allí para habitarla, les dijeron que «había sido concedida a otra persona». La familia de chabolistas ha pasado el verano en unos cobertizos de maderas ligeras y cartón, arrimados a las tapias de una industria de automóviles.
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