Balduino I, un factor de equilibrio para Bélgica

La estancia oficial durante tres días de los reyes de Bélgica en España será una visita casi familiar. El rey Balduino, 48 años, y el rey Juan Carlos son amigos desde hace mucho tiempo. Tampoco faltan temas políticos análogos a los dos reyes: desde su acceso al trono, momentos delicados para sus monarquías, hasta las peculiaridades «regionales» de sus dos reinos.Balduino I es el quinto rey de los belgas descendiente de la dinastía de Sajonia Coburgo que reina en una «monarquía hereditaria y parlamentaria con responsabilidad ministerial» desde el 21 de julio de 1831.

Leopoldo I fue el primer monarca a quien ofreció el reinado el Congreso Nacional belga surgido de la revolución contra los holandeses, el 4 de octubre de 1830. Le sucedió su hijo Leopoldo II, monarca muy popular, que marcó la fase de su reinado con el patrocinio de la expedición de Stanley al Congo y la donación de su inmensa fortuna al Estado. Su sucesión pasó a su sobrino Alberto I, muerto trágicamente en accidente de montaña. Su hijo Leopoldo III debió abdicar a favor de su hijo Balduino, actual rey de los belgas.

«El rey recibe a muchas personas y su acción es muy prudente después de la cuestión real», dice un consejero en el palacio real de Bruselas, aludiendo a uno de los puntos más delicados que pasó la monarquía belga: la abdicación de Leopoldo II en favor de su hijo Balduino en 1950. La posición de Leopoldo III durante la segunda guerra mundial, calificada de cooperador con Alemania por algunos o de «salvador de la patria» Por otros, colocó al monarca en una situación muy delicada que le condujo a la abdicación.

La atribución presupuestaria del Estado belga para la monarquía se eleva a unos cien millones de francos belgas (equivalente a unos doscientos millones de pesetas en términos de valor adquisitivo). «Casi dos tercios del presupuesto van para gastos de personal y gestión de la Casa Real», dice uno de sus consejeros.

La reina Fabiola dedica gran parte de su labor a obras para la protección de la infancia subnormal y cuenta con la simpatía popular del pueblo belga desde su boda con el rey Balduino en 1960. El matrimonio real no tiene hijos. La sucesión del rey Balduino, en este país donde ningún partido se declara republicano, será asegurada por su hermano el príncipe de Lieja, casado con la princesa Paola, o por el hijo primogénito de ambos, el príncipe Felipe (dieciocho años) que acaba de ingresar en la Escuela Real Militar.