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Declaraciones contradictorias de la dirección de Marítima del Musel

El consejo de administración de Marítima del Musel afirma que construirá un nuevo astillero y desmiente el anuncio del cierre hecho al comité de empresa. Marítima del Musel sorprendió a la opinión asturiana con la publicación en la prensa provincial de una nota de pago en la que asegura no haber considerado en ningún momento el cierre de la empresa, a la vez que anuncia la construcción de un nuevo astillero en Gijón.

Nuevo astillero que, por su avanzada tecnología, instalaciones y métodos, será competitivo a nivel internacional. Según la nota de la empresa, tendría una capacidad para construir buques de hasta 20.000 toneladas. El techo actual está en barcos de 3.500 toneladas. La sociedad lleva ya invertidos, de sus propios recursos, en la materialización de este proyecto más de 150 millones de pesetas, y dice no tener intención de despedir a ninguno de sus trabajadores dada su confianza en superar las actuales dificultades.Este futuro optimista ofrecido a través de la prensa por el consejo de administración de Marítima del Musel contrasta con el informe presentado al comité de empresa en el que la dirección daba cuenta de la rescisión de los contratos que la ligan con las compañías auxiliares y de la reducción progresiva de los puestos fijos de su plantilla. El informe presentado por la dirección al comité de empresa decía textualmente que «desde el 22 de junio de 1967 no se firmó ningún contrato y el presente año finalizarán los trabajos de las construcciones 196, 186 y 201, lo que llevaría a tener que presentar un expediente de regulación de empleo». Según este informe, dado a conocer hace unos días, las ofertas existentes en el mercado nacional y en el internacional son de excesivo tonelaje para el astillero: el paro es prácticamente total en las secciones de gálibos y herreros, alcanzando el 30% en la fabricación y gradas, y esperándose para finales de año la paralización de toda actividad. Fuentes sindicales consultadas por EL PAIS consideran que la nota de pago publicada por el consejo de administración de Marítima del Musel es contradictoria con el informe presentado al comité de empresa y la justifican como intento de neutralizar la difusión dada por la prensa regional y nacional al alcance de la crisis. Estas mismas fuentes apuntan también la posibilidad de que Marítima del Musel haya pretendido ofrecer a los trabajadores una imagen catastrofísta, tratando de que la información no saliera del marco de la empresa, para justificar la reducción de su plantilla, objetivo que también persigue Constructora Gijonesa, filial de Astilleros Españoles, no acogida a los pactos firmados en Castellana, 3, el pasado mes de julio por los representantes de los grandes astilleros, las centrales sindicales y la Administración. Círculos sindicales especulan con una posiblé privatización de Constructora Gijonesa, para centralizar, junto con Marítima del Musel, sus servicios en un solo astillero. Para llevar a cabo esta operación, entienden, las dos empresas tienen como objetivo prioritario la reducción del personal. La dirección de la segunda anunció la progresiva reducción del personal en los puestos de su plantilla (en total son 660, de los cuales están fijos 330), y en la primera, es decir, en Constructora Gijonesa, Astilleros Españoles pretende presentar un expediente de crisis que afectaría a ochocientos de sus 1.700 trabajadores.

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