Aplazado el Pleno constitucional de la Cámara alta

Mañana, miércoles, se reunirá la Junta de Portavoces del Senado para tratar del aplazamiento del Pleno que debatirá el proyecto de Constitución y que ha quedado pospuesto hasta la próxima semana para ganar tiempo en la negociación UCD-PNV, de cara a la disposición adicional que regula el restablecimiento de los fueros.Aunque oficialmente el retraso se justifica por acumulación de trabajo parlamentario, todos los observadores coinciden en que se desea que el Pleno comience con un acuerdo entre las fuerzas políticas sobre la restitución de los derechos históricos a los territorios forales.

Se sabe que en estas negociaciones intervendrá también el PSOE toda vez que en la última sesión de la Comisión Constitucional del Senado votó favorablemente la posición vasca y se desea que el acuerdo que se tome tenga el respaldo de las principales fuerzas políticas.

UCD, ha mantenido públicamente en los últimos días que la enmienda aceptada al Grupo Vasco en el Senado resulta inaceptable y que es preciso devolver a la Constitución el texto que aprobó el Congreso de los Diputados que ceñía la restitución foral al marco de la Constitución. Sin embargo, y a pesar de tales manifestaciones, parece claro que se tratará de buscar una vía intermedia que pueda satisfacer al Gobierno y al PNV, de otra forma no se intentaría siquiera la negociación, puesto que UCD puede inclinar fácilmente la balanza del Pleno hacia sus tesis sin necesidad de transacciones. El mismo hecho del aplazamiento anuncia que las conversaciones serán laboriosas y que el tema sigue resultando espinoso.

El Pleno de la Cámara alta se reunirá normalmente el próximo jueves, tal y como tenía previsto, para debatir los proyectos de ley de Policía Nacional, delitos cometidos por grupos o bandas armadas, así como diversos dictámenes de comisiones mixtas Congreso-Senado y dos proposiciones de ley. A este respecto, fuentes de la presidencia del Senado insistían en que el motivo del aplazamiento del debate constitucional se debe a la acumulación de trabajo parlamentario, y en concreto al elevado número de votos particulares que han sido presentados a los citados proyectos.