Los taxistas aplaza la subida de tarifas hasta el 1 de octubre

Las nuevas tarifas de los taxis madrileños, que deberían entrar mañana en vigor, no se empezarán a cobrar hasta el próximo 1 de octubre, según acordaron ayer los autopatronos y empresarios, en el curso de una asamblea general que duró dos horas y media. Las tarifas, bajada de bandera a veinticinco pesetas, kilómetro recorrido a quince pesetas y hora parada a 450, fueron aprobadas el pasado día 9 con la oposición de autopatronos y empresarios, que consideraban insuficiente el incremento total del 18,5%, y de los asalariados y vecinos que pensaban que era excesivo para el usuario. A pesar de ello, el señor Rosón, a propuesta de la Comisión Provincial de Precios, admitió la subida, que debería entrar en vigor mañana día 15.

Esta decisión motivó una respuesta por parte de los autopatronos y empresarios inscritos en la asociación, federación provincial y agrupación, que se plasmó en una convocatoria de asamblea para ayer, a las doce, en los locales de la calle de Joaquín García Morato,A esa hora, unos setecientos u ochocientos taxistas, que luego se incrementarían hasta cerca del millar, sembraron de taxis la zona, que minutos después de mediodía comenzó a sufrir los efectos de un colapso circulatorio producido por la concentración de dos y tres filas de automóviles estacionados a cada lado de la calle.

Desde el principio, las dos opciones tomadas por los integrantes de la asamblea se centraron en ir al paro «por unas tarifas que no alcanzan las que tienen en Barcelona», donde la última subida fue del 19,4%, o esperar y dar un plazo a la Administración «para la solución de nuestras reivindicaciones, que nos reportarían un mayor beneficio que cualquier subida de tarifas».

Después de un ataque a la prensa, a la que se hizo causante de la situación, según uno de los asistentes, que fue apoyado por el resto de la asamblea y que motivó el intento de retirada de los periodistas asistentes, que no llegó a producirse por la rectificación que todos hicieron de sus palabras, uno de los miembros de la mesa manifestó que si para la asamblea,«es una cuestión de honor conseguir el mismo porcentaje que Barcelona, que representa sobre el obtenido aquí treinta pesetas más de recaudación diaria, vamos a la huelga, pero pensemos que será impopular, egoísta y, además, no solucionará nuestros problemas». La alternativa ofrecida fue la de solicitar un plazo de la asamblea para discutir con las autoridades la obtención de una Seguridad plena, un combustible subvencionado, una reglamentación nacional del taxi y la de la industria del Interior al de Transportes.

Esta propuesta, discutida en un principio, fue aceptada por unanimidad después de que se incluyera el retraso de la percepción de tarifas durante quince días, tiempo prometido por el señor Martín Villa para la solución de sus problemas. «Es mucho más importante conseguir estas reivindicaciones de una vez. Con ellas no sería necesario el aumento del porcentaje obtenido», manifestó uno de los representantes de los autopatronos tras la reunión. «Lógicamente -añadió-, en caso de que llegara el 1 de octubre y no se hubiera solucionado nada, la asamblea volvería a celebrarse y la huelga volvería a replantearse.»

En un comunicado hecho público posteriormente, los representantes de los trabajadores solicitan que el Ayuntamiento retire las tablas de equivalencias ya entregadas a algunos taxistas y piden que el público se niegue a pagar el aumento de tarifas.

Para finales de este mes está prevista una reunión interministerial con los departamentos de Industria, Interior, Transportes, Comercio, Sanidad y Seguridad Social, Trabajo y Hacienda y los representantes de los trabajadores.