Ligero retroceso

Terminó la semana con la misma tónica de equilibrio precario, sólo sostenido por el departamento bancario, ya más débil que en jornadas precedentes.El gran confusionismo de la política monetaria y económica en general ha impedido que se consolide la positiva trayectoria anterior, y el índice general madrileño perdía ayer dieciocho centésimas.

Volvió a remitir el volumen de negocio y las diferencias fueron cortas, pero ya se respiraba un ambiente menos optimista, tal como pronosticaba EL PAÍS.

La jornada comenzó con un corro poco animado y siguió desarrollándose en esta línea en la negociación de eléctricas, construcción, comercio y químicas. Sólo el siderúrgico resistía, gracias a Hornos, Olarra y SEAT, para la que había dinero.

En el grupo bancario aparecieron las realizaciones de beneficios, y aunque en general había papel «los grandes» optaron por repetir. Santander, que tenía dinero, subió tres enteros, al tiempo que negociaba más de siete millones en cupones de la ampliación.

Poca actividad en químicas y oferta clara en papeleras, muy castigadas, en las últimas semanas.

Sin embargo, la determinante de la baja del índice general fue el recorte de dos duros en Telefónica, que sorprendió a los asistentes al parquet.

Como se ve, una sesión bastante irregular, con contratación más reducida (hay atípicos de más de un millón, v. gr.. Avasía) y desaparición de las perspectivas optimistas.