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La esquizofrenia y los problemas afectivos, ligados a la fijación de ciertos compuestos químicos

Más de mil quinientos especialistas en el estudio de los problemas de la mente humana se han dado cita en esta ciudad en el marco del II Congreso Mundial de Psiquiatría Biológica, inaugurado ayer. El congreso, al que asisten representantes de sesenta países, entre los que no faltan destacados miembros de la psiquiatría oficial franquista o la soviética, se propone abordar, durante una semana, cuestiones tan espectaculares como el posible desencadenamiento de los procesos esquizofrénicos a causa de un mayor porcentaje de ciertas sustancias o el papel de ciertos metales -cobre, aluminio, zinc- en el desarrollo de los problemas sentimentales humanos.

ENVIADO ESPECIAL, Tan fascinante campo de investigación se ve contestado, sin embargo, por quienes piensan, presentes algunos en el propio congreso, que los problemas psiquiátricos requieren una mayor complejidad de estudios; de la metodología de las ciencias positivas de los siglos pasados, no faltando quien denuncie la excesiva dimensión bioquímica, con el creciente desarrollo de las multinacionales farmacéuticas, más interesadas cada día en la creación de nuevos productos para el consumo mental.En el congreso se están abordando problemas tan variados como la conducta y la síntesis de proteínas, la enfermedad mental, la biología de la esquizofrenia... en total, sesenta simposiums, veinte mesas redondas, veinte sesiones para comunicaciones libres -hay presentadas cerca de un millar- y múltiples sesiones.

Preside el comité organizador del congreso el doctor Juan Obiols, siendo el doctor T. Cuenca vicepresidente del m ¡sino y Carlos Ballus, Enrique González Monclus, Joaquín Pujol, Josep Corominas, Mariano de la Cruz y R. Pons Bartrán el resto de sus componentes.

Ambiciosa temática

Según los organizadores del congreso, las investigaciones presentadas aproximan a la realidad lo que pudiera parecer ciencia-ficción: la materialización de los recuerdos a través de la síntesis de nuevas proteínas que equipara al proceso de la memoria humana a las grabaciones en cinta magnética.Los promotores insisten en el papel clave de los elementos químicos en el desarrollo de la actividad humana: «Otros campos, hasta ahora puramente especulativos por su novedad -se afirma-, nos van permitiendo vislumbrar aplicaciones terapéuticas como pueden ser el papel de ciertos metales (cobre, aluminio, zinc) en algo tan aparentemente alejado de ellos como el mantenimiento del buen humor y de una afectividad normal.»

«El reciente descubrimiento -prosiguen- de que en nuestro cerebro se sintetizan sustancias químicamente muy parecidas a la morfina (las llamadas endomorfinas) ofrece un inmejorable campo de investigación. Quizá muchas de las personas que sucumben a la adicción de ciertas drogas lo hagan no sólo por los condicionamientos psicosociales que les inducen a ellos, sino porque, en realidad, tengan ún déficit en la elaboración de sus propios mórficos. De esta manera se puede explicar la mayor o menor tendencia a habituarse que media de una persona a otra.»

Otro tema tan serio como la esquizofrenia va a ser acometido también desde perspectivas de este tipo: «En centros psiquiátricos de México, Unión Soviética y Estados Unidos -declara el anuncio de una importante ponencia que será presentada- se han detectado ciertas sustancias en el líquido de la diálisis aplicada a enfermos esquizofrénicos, sustancias presentes en una proporción cien veces superior a la de la persona no esquizofrénica.

Cuando, a través de la diálisis, se separan estas sustancias, desaparecen los síntomas esquizofrénicos, volviendo a presentarse después de que se ha dejado de dializar.»

Tan optimista postura no es, sin embargo, compartido por algunas personas, en los propios pasillos de la sede del congreso. «Esto es un desastre -dijo a EL PAIS una eminente personalidad científica que prefirió mantener su nombre en el anónimo- la gente no estudia con suficiente rigor los problemas. Aquí hay apenas diez o quince personas que lo conocen a fondo. No se pueden presentar cientos de trabajos sobre temas tan complejos.»

Independientemente de observaciones más simples, aunque también dignas de consideración, como la evidente coincidencia entre los intereses de esta corriente científica y las grandes multinacionales farmacéuticas, coincidencias constatables en la organización del congreso, las cosas parecen más complejas. Para los detractores de esta opción de estudio, y sin que ello signifique negar valor a sus hallazgos, es excesivamente simple estudiar los problemas del pensamiento y la vida humanos con la metodología de la química y, además, de una química lastrada por condicionantes metodológicos de los siglos pasados.

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