Una victoria y dos derrotas para el Gobierno
El Gobierno y UCD obtuvieron ayer una victoria y dos derrotas en el Pleno del Senado. La Cámara aprobó, por una mayoría de dos tercios, necesaria para que no fuera remitido a la comisión correspondiente, el proyecto de ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, pero negó dicha mayoría al proyecto de ley de medidas contra bandas o grupos armados (ley Antiterrorista), y al proyecto de ley de Policía que pasarán a la Comisión de Interior.La decisión del Grupo Socialista de abstenerse fue la clave de la derrota gubernamental. Los socialistas, que aprobaron en el Congreso de los Diputados los proyectos de ley prácticamente por unanimidad, prefirieron obligar en el Senado a que se estudien detalladamente. No está ajena de esta actitud, sin duda, la ruptura momentánea del consenso constitucional, motivada por el deseo de los senadores centristas de modificar la regulación del tema de la enseñanza.
Pese a que la Cámara alta tiene fama en casi todos los países de moderación y de ser capaz de enfriar cualquier tema candente, los senadores españoles demostraron ayer que la Cámara alta de nuestro país va a ser diferente.Mientras en el Congreso los diputados no se atreven prácticamente a hacer comentarios en voz alta durante el debate, algunos senadores, por el contrario, protestan a grandes voces. En el Pleno de ayer, por ejemplo, el senador centrista Becerra Lago se levantó estruendosamente cuando el señor Bandrés hizo alusión a las supuestas interferencias telefónicas y otra voz exclamó «¡ Qué barbaridad! ».
No contribuyó a serenar los ánimos el ministro del Interior, que prefirió mantener una actitud firme y sin ningún resquicio ante las acusaciones del senador vasco.
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