El derecho de huelga y las autonomías gozan de amplio consenso

Considerados uno a uno los temas más importantes de la Constitución, puede observarse que el derecho a la huelga y la cooficialidad de las lenguas son las cuestiones que gozan de mayor consenso entre todas las planteadas. El derecho a la autonomía de nacionalidades y regiones cuenta con amplios márgenes de aprobación; la libertad de enseñanza privada es defendida por un sector considerable, y la Monarquía parlamentaria cuenta con bastante aprobación.

Para conocer la opinión de los españoles sobre los temas más importantes de la Constitución se incluyó en el cuestionario una lista de las principales cuestiones, y se preguntó a cada entrevistado si las aprobaría una a una.Llama la atención el no despreciable porcentaje de personas que no está de acuerdo con el hecho de que la Monarquía parlamentaria sea la forma política del Estado (alrededor del 25%).

Más de tres cuartas partes de los votantes de Alianza Popular y de Unión de Centro Democrático aceptan la Monarquía como forma política del Estado; el porcentaje baja al 58% en los socialistas, y es del 31 % entre los votantes del PCE.

Sí a las autonomías

De acuerdo con los resultados de la encuesta, el porcentaje de españoles que aprueban el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones es muy alto, del orden del 70%, y el resto se reparte entre contrarios y personas que «no saben». (Nótese que se preguntaba por el derecho a las autonomías, en general, y no por la autonomía de cada región o nacionalidad, en particular.)

El reconocimiento del derecho a las autonomías goza de simpatías muy relativas en el electorado de Alianza Popular (lo aprueban el 38% de sus votantes, y lo rechazan el 53%). Es más elevada en el electorado de UCD (66%), resulta alta entre los socialistas (83 %) y llega al 92% en el caso del PCE.- Los electorados agrupados bajo la denominación «otros partidos» (entre ellos los nacionalistas catalanes y vascos) están claramente volcados hacia la tendencia autonomista.

Hay que decir que el reconocimiento del castellano como lengua oficial, y de las demás lenguas en las comunidades autónomas, no suscita el menor problema: está de acuerdo el 80% de los encuestados, y las diferencias entre tendencias políticas, edades y clases sociales son poco acusadas.

Iglesia católica

El hecho de que ninguna confesión religiosa tenga carácter estatal, pero se mantengan relaciones con la Iglesia católica, merece lat aprobación del 65% de los españoles. Al haber relacionado ambas cuestiones -no confesionalidad y mención expresa a la Iglesia católica-, porque así lo hace la Constitución, los resultados por tendencias políticas admiten interpretaciones diversas: así, a esta pregunta responde favorablemente el 83% del electorado comunista y sólo el 54% de Alianza Popular. En cuanto a la objeción de conciencia, es aprobada por el 58 % de los españoles.

Libertad de enseñanza privada

Bajo la formulación constitucional de «libertad para establecer y dirigir centros docentes» se encierra un importante núcleo de problemas relativos a la enseñanza privada, su financiación y su control. Pues bien, es bastante alto el porcentaje de españoles que muestran su conformidad con la libertad de enseñanza: 65%, y no muy alto el de quienes la rechazan expresamente (18%)

Las clases alta y media son más favorables a la libertad de centros docentes que la baja y baja-media; a su vez, la izquierda se muestra menos favorable a este tema que la derecha, pero aun así es muy considerable el número de votantes comunistas que aceptan la libertad de la enseñanza privada (62%) y los socialistas registran porcentajes aún más altos (67 %).

Huelga de trabajadores-huelga de empresarios

El texto constitucional reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores, y también el derecho de los empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo. Ambas cuestiones no gozan del mismo grado de consenso entre los españoles: el 79% aprueban el derecho a la huelga. y el 10% están en contra; mientras que el 40% aprueban la capacidad empresarial para declarar conflicto colectivo, el 41 % la rechazan.

Hay un gran consenso sobre el derecho a la huelga incluso en la derecha (le parece bien al 61 % del electorado de Alianza Popular, por ejemplo). No ocurre lo mismo con el derecho empresarial al conflicto colectivo, pero el rechazo tampoco es completo en ningún sector político; tanto es así que el 34% de los socialistas y el 29% de los comunistas se manifiestan a favor del tema.

Disolución y separación matrimonial

El hecho de que la Constitución abra la puerta a la posible introducción del divorcio (por medio de la regulación de las causas de separación y disolución del matrimonio) merece el consenso del 65% de los españoles.

Por partidos, los votantes comunistas son los más favorables a la regulación de este tema (86% a favor). y los de Alianza Popular, los menos (40%). pasando por un 57% de votantes de UCI) y un 75% de socialistas.

Cabe indicar que esta pregunta ha registrado porcentajes muy pequeños de respuestas como «no sabe» y «no contesta». señal de un interés y una capacidad de decisión superiora la que los españoles demuestran en otros temas. El valor de la encuesta no es desdeñable, pese a que no se haya preguntado directamente por el divorcio, sino por la regulación de las causas de separación y disolución de matrimonios, que es la fformula aprobada constitucionalmente. las respuestas constituyen todo un índice de la actitud inicial de los españoles ante tema tan controvertido.

Finalmente hay que mencionar la existencia de una pregunta destinada a detectar opiniones sobre la plenitud de derechos políticos a los 18 años. Un alto porcentaje está de acuerdo (73%), pero hay un sector no desdeñable de personas en contra (19%).

Estos últimos son más abundantes entre las personas que tienen de veintiséis a 45 año, (los padres) que entre los mayores de 65 (los abuelos). Por partidos existen enormes diferencias: el electorado de Alianza Popular no es demasiado favorable a la mayoría de edad política a los dieciocho años (está en contra el 52%) y los porcentajes negativos decrecen conforme se recorre el abanico de partidos hacia la izquierda. hasta llegar al PCE, cuyos votantes aprubean el tema casi por unanimidad.