Declaraciones de ETA
(Efectuadas después de los sucesos del País Vasco y antes del asesinato de los militares en Madrid)-¿Qué hay en verdad sobre las negociaciones con el Gobierno?
-En estos momentos están en punto muerto. Nuestra idea es que desaparezca de nuestra vista el llamado ministro del Interior español. Mientras exista una persona con ese talante ideológico no podemos llegar a ningún acuerdo. Muy bien, allá él. Unicamente podemos decir que, pese a lo que están intentando hacer creer, nuestra intención siempre ha sido negqciadora. Hemos mantenido conversaciones con el PNV, al que hemos expuesto nuestras razones. Hemos mantenido contactos con el ¡Consejo General Vasco, con el Gobierno vasco en el exilio... Atodos les hemos dicho qué pretendíamos para Euskadi: libertad. Pero libertad definitiva, no parches. Nosotros dimos los puntos imprescindibles para negociar. Nuestra postura es totalmente razonable y nuestras condiciones son las que el pueblo vasco reclama
-A pesar de que los poli-milis sean pocos o se hayan legalizado como partido, ¿cabría la posibilidad de una reunificación?
-No lo creemos. Nosotros seguiremos con la lucha armada hasta que se acepten nuestras condiciones, haya que llegar hasta donde haya que llegar. Hemos oído muchas veces que nuestro tema es gubernamental, cuando está bien a las claras que es un problema de Estado. Le repetiremos: pretendemos una República Socialista Independiente de Euskadi.
-Entonces, y tal conio están las cosas, ¿está ETA dispuesta a negociar?
- Sí, siempre que se acepten nuestras condiciones.
-¿Pueden reanudarse pronto?
-Siempre estamos dispuestos a diálogos abiertos, honirados y claros, no con el oscurantismo fascista que tanto demuestran desde la otra parte.
-Suponiendo que se acepten las condicio nes, que se reanudan las negociaciones y que todo va bien, ¿qué pasaría después?
-Después, después... ¿Cuándo llegará ese después? Tantas y tantas veces hemos intentado que llegue. Ese «después» sería un referéndum en Euskadi, la creación de un nuevo y total Estado vasco. Recordemos San Marino, Liechtenstein, el mismo Mónaco... Pero no, en España seguirán diciendo que «¿qué van a hacerlos vascos sin nosotros?» Demasiadas concesiones les estamos otorgando.
Esas son nuestras intenciones. Reconocemos que España está en un momento histórico de su vida, y Euskadi más. Hasta aquí nuestras razones. Cuando lean todo esto ya suponemos lo que dirán. Y nuestra respuesta sólo puede ser una: aquí estamos: éstas son nuestras razones, nuestros porqués. ¿Que no son comprensibles? Muy bien; si no lo entienden, la culpa no será nuestra, pero la paz nunca se alcanzará en la península mientras no se alcancen las libertades necesarias de los pueblos que la componen.»
27 julio
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