La reestruración de Ensidesa permitirá un aumento de la producción

El plan de reestructuración de Ensidesa para sus factorías asturianas fue expuesto ayer en Oviedo por el adjunto a la presidencia de esta empresa del INI, Manuel Alvarez.Las medidas más inmediatas del plan suponen el cierre total de las instalaciones de Mieres y la reestructuración parcial a partir de 1980 de la factoría de La Felguera, sin embargo, el representante de Ensidesa insistió en que no se producirán despidos en ningún caso.

Aunque a partir de esta exposición, efectuada ayer, el plan se discutirá en cada fábrica, se tiene la impresión en círculos sindicales de que antes de redactar el informe final la empresa compulsó a las centrales sindicales con mayor incidencia. De cualquier forma, es posible que puedan producirse discrepancias en Mieres, donde la necesidad de quevarlos trabajadores tengan que optar por el traslado hizo abandonar la reunión, antes de su término, al consejero de personal, Fernández Pello, y a los representantes de UGT en el comité de fábrica de Mieres.

El plan está estructurado en dos grandes apartados. En el primero se analizan los aspectos técnico-comerciales, y en el segundo se estudia la problemática social y la incidencia en el empleo que tendrá la aplicación de este proyecto. Uno de los fines inmediatos es conseguir la máxima productividad, acompañada de un alto nivel de calidad. Está prevista la aplicación del plan de expansión de 1974 y se prevé un aumento del 8% en la producción de acero. La consecución de todo esto implica la reestructuración de las factorías más productivas, el cierre de las consideradas obsoletas y el fomento de la exportación. Asimismo, será precisa una regulación de plantilla y está previsto reducir los 26.178 trabajadores que hay actualmente a 23.631, lo que se intentará lograr a través de jubilaciones anticipadas a los 59 años y traslados a otros centros. En este sentido, la factoría de La Feguera quedará reducida únicamente a la fabricación de lingotes de moldería. Sin embargo, la fábrica más afectada es la de Mieres. Trescientos trabajadores serán ocupados en nuevas industrias, para lo que existen ya tres proyectos: un taller de reparación de vagones, taller de metales no férricos y, taller de recargas por soldadura. Los trabajadores no absorbidos (430) tendrían que optar por el traslado. Sobre este tema, el consejero de personal de la zona del Caudal, Fernández Pello, ha manifestado que la medida «supone la culminación de un proceso de explotación de la zona del Caudal durante cien años, y ante ello Mieres debe oponerse».

El horizonte temporal se sitúa en los años 1981-82, al final de los cuales se espera alcanzar una producción de 5,4 millones de toneladas. En la factoría de Avilés se prevé la parada dentro de dos años de las instalaciones de sinterización números 1 y 2, y el mantenimiento de tres hornos altos, con un cuarto horno en situación de reserva. A partir del primero de noviembre de este año quedarán únicamente en servicio los hornos Siemens.