_
_
_
_

Argumentos militares inciden en la negociación de las autonomías

Planteamientos de índole estrictamente militar, referidos a la defensa integral del territorio y a la garantía de la soberanía que el propio texto constitucional atribuye a las Fuerzas Armadas, han podido pesar notablemente en las negociaciones del Gobierno y de los grupos parlamentarios, con el grupo vasco, tras la reunión que mantuvo el lunes la Junta de Jefes de Estado Mayor.

En medios militares se mantiene la más absoluta reserva tanto respecto a la reunión de la Junta de Jefes de Estado Mayor con el presidente Suárez y el ministro de Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado, como sobre posibles reacciones al discurso del teniente general De Liniers, jefe del Estado Mayor del Ejército, en un acto de imposición de condecoraciones en Buenos Aires.Sobre la naturaleza reservada de los temas que trata la Junta de Jefes de Estado Mayor, se anade un total hermetismo a la hora de proporcionar cualquier indicación que permitiera aproximarse al contenido de la reunión que celebró el pasado lunes. Las fuentes consultadas se han limitado a negar que se abordasen los aspectos políticos del tema de las autonomías y concretamente de los planteamientos del grupo vasco en la Constitución. Las mismas fuentes insisten en afirmar que el país tiene suficientes problemas de Defensa, como para que los militares deseen entrar en cuestiones estrictamente políticas.

Pero detrás de esta afirmación, sin duda cierta, puede estar el auténtico problema debatido, es decir, la concepción de la defensa del territorio y de la unidad nacional como frontera irrebasable. Desde ese punto de vista y sin entrar en discusiones estrictamente políticas, en cuanto a la negociacion concreta que se lleva a cabo por las fuerzas parlamentarias con el grupo vasco, los responsables de la cadena de mando militar pudieron hacer replantearse al presidente Suárez la postura de su Gobierno en dichas negociaciones.

Podría afirmarse, tras las consultas hechas por EL PAÍS, que los representantes de la cúspide militar evitaron abordar directamente los aspectos político-administrativos de las autonomías, para no rozar temas que escapan a su competencia, pero, con toda probabilidad y manejando exclusivamente argumentos relacionados con la defensa integral del territorio y con los fines que la propia Constitución encomienda a las Fuerzas Armadas, pusieron de manifiesto la imposibilidad constitucional de acceder a determinados planteamientos del grupo vasco.

El artículo ocho de la Constitución, que ya fue aprobado por el Congreso, establece que las Fuerzas Armadas «tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional». Esa referencia expresa a la soberanía puede ser el eje de una parte de la reunión del luines pasado, sobre la que se ha especulado con insistencia.

No hay que olvidar que en los últimos dos meses, los más altos responsables de las Fuerzas Armadas han hecho manifestaciones públicas, en actos oficiales, de acatamiento al texto constitucional que se debate en el Parlamento. Entre ellas cabe destacar las del jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general De Llniers, en su toma de posesión: y las del teniente general Alfaro jefe del Estado Mayor del Aire , con ocasión del día de las Fuerzas Armadas.

El tema de las autonomías se contempla con especial atención por parte de las Fuerzas Armadas, en cuanto puede rozar los principios de soberanía del Estado y, en el orden práctico, es posible que no preocupe de manera inmediata, sino a medio o largo plazo, por cuanto las concesiones que ahora se hicieran, podrían servir de base a planteamientos más audaces, en un futuro autonómico más consolidado de determinadas regiones.

Respecto a las declaraciones del teniente general de Liniers en Argentina -cuyo regreso se esperó para celebrar la reunión de la Junta de Jefes de Estado Mayor, ya prevista con anterioridad- se mantiene en medios oficiales el mismo mutismo que en los dos primeros días de la semana. Ningún responsable autorizado ha querido hacer la más mínima manifestación. Sin embargo, no es aventurado afirmar ue junto a la perplejidad -la única reaccion que ha podido constatarse oficiosamente- han producido un cierto desagrado en medios políticos.

En círculos responsables se concede un valor anecdótico a las manifestaciones del jefe del Estado Mayor del Ejército, en el sentido de que no suponen, en ningún caso, una toma de postura política, sino un intento de mostrarse amable hacia el régimen del general Videla, con el que España tiene pendientes cuestiones económicas de importancia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_