Un jefe de estación y dos conductores de metro, separados de sus cargos

Tres de los seis empleados de la Compañía Metropolitano que conducían o mandaban los trenes que protagonizaron los accidentes de los días 5 y 8 de mayo, se encuentran provisionalmente separados de sus cargos, aunque no se han visto afectados por ningún tipo de sanción sobre su sueldo o categoría. Esta separación ha colocado a dos conductores y a un jefe de estación en unos puestos calificados como de subalternos, a pesar de que, hasta el momento, no se ha realizado ningún informe definitivo sobre las causas de los hechos.

La medida tomada por la compañía, después de los accidentes en los que se contabilizaron más de doscientos heridos, fue comunicada a los trabajadores a través del servicio de Personal y Sanidad. La citada comunicación hacía hincapié en el término de que el decreto de suspensión de la habilitación es provisional «hasta tanto no sea dictada resolución definitiva en el expediente».Los trabajadores afectados hasta el momento por esta medida que o bien no sufrieron ninguna herida o que fueron dados de alta después de una breve convalecencia son, según informó el comité de empresa. Jesús Díaz Rodríguez, jefe de la estación de Sol, que manifestó al jefe de Tirso de Molina que la línea estaba libre, ya que asi, según parece, lo indicaba el cuadro de luces. Deogracias Saugar, conductor que dirigía el tren que estaba estacionado en el túnel Tirso de Molina-Sol ante un disco rojo que impedía continuar, y Pablo Molina, conductor del convoy que se estrelló en el fondo de saco de la avenida de América y que logró saltar al pasar por el andén de la citada estación.

Ante esta decisión de la compañía se solicitó de la empresa que retirara estas sanciones y se reiteraba el derecho de los trabajadores a permanecer en sus puestos. La empresa respondió a Pablo Molina, conductor que había solicitado la anulación de la medida, que no era una sanción, ya que no se había visto afectado ni en su empleo ni en su sueldo.

Aunque ésta es la realidad, la separación de los cargos ha causado un malestar entre los trabajadores, ya que el cometido que desarrollan los afectados en la actualidad no va con los cargos que poseen. «Tienen que estar de subalternos en la estación que se les designe. Su trabajo consiste en cuidar de las máquinas expendedoras de billetes, de las aspas de entrada, de echarle una mano al jefe de estación e incluso de ir a buscar cambio cuando la taquillera no tiene», informaron a EL PAIS miembros del comité de empresa de la compañía.

«En caso de que se esclarecieran los accidentes y culparan a los trabajadores presentaríamos recursos, ya que, como hemos informado, numerosas veces si hubo fallos humanos éstos se debieron a fallos técnicos», informó Felipe Aranda, miembro del comité de empresa. Sobre este tema varias sentencias de Magistratura declararon procedentes otras tantas sanciones impuestas a trabajadores que protagonizaron alcances durante el pasado año», ya que las deficiencias técnicas eran conocidas por el tribunal».