"Los sucesos de Pamplona, y San Sebastián tienen carácter provocativo"

«La muerte de mi hermano, lo mismo que lo que ha ocurrido en Pamplona, ha sido una clara provocación. No sé muy bien con qué objetivo, pero sé que ha sido una provocación premeditada. Tal vez intenten demostrar que con la democracia tampoco puede haber paz en Euskadi.» Esta es la valoración de los últimos sucesos de Pamplona y San Sebastián, en los que perdieron la vida Germán Rodríguez y José Ignacio Barandiarán, manifestada ayer en Madrid, durante una rueda de prensa, por el hermano de este último, Iñaki Barandiarán.

La mencionada rueda de prensa se organizó con la única misión de clarificar los hechos ocurridos en ambas provincias vascas. Asistieron varios testigos presenciales, el hermano del joven muerto en San Sebastián, el médico que lo atendió a su llegada a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, y varios miembros de las comisiones investigadoras que se han creado «para dar a conocer la verdad de lo sucedido y conseguir que se juzgue a los responsables». Todos coincidieron en señalar que la versión de los hechos dada por el Gobierno Civil, así como la facilitada por RTVE «no corresponden en absoluto con la realidad, y lo único que pretenden es encubrir a los fascistas que han matado a Germán Rodriguez y a José Ignacio Barandiarán».La versión de los sucesos de San Sebastián, que relató Manuel Dollader, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio donostiarr a de La Paz, testigo presencial de los hechos, coincide con la información difundida por EL PAIS el pasado miércoles, en la que se daba cuenta de que José Ignacio Barandiarán murió a consecuencia de una ráfaga de metralleta disparada por un policía, a las 12.30 de la mañana del día 11, en la calle de San Bartolomé.

Las aportaciones de la comisión de San Sebastián consisten en destacar el hecho de que veinte minutos después de que cayera ametrallado el cuerpo de José Ignacio, un policía uniformado descargó todo el contenido de su revólver contra un grupo de manifestantes, a la altura del número seis de la citada calle. En cuanto hubo acabado la descarga, según versión de testigos presenciales, el citado policía volvió a reponer munición en su arma y continuó disparando hasta que se agotó.

También relataron que en el lugar donde cayó José Ignacio, en que fue colocada una ikurriña; ramos de flores y donativos, la policía lanzaba botes de humo y balas de goma contra el pequeño homenaje popular y las personas que acudían a portar flores cada vez que pasaba de ronda. «Este detalle es insignificante después de todo lo que ha ocurrido en San Sebastián, pero se lo comentamos para que vean cómo es el comportamiento de las fuerzas de orden público en Euskadi», dijo Manuel Dollader. «Mi hermano -declaró Iñaki Barandiarán- no estaba afiliado a ningún partido político , aunque hasta hace varios meses simpatizó con las Juventudes de Izquierda Comunista. Trabajaba de almacenero en la empresa Jabones Camp, y acudía con frecuencia a todas las manifestaciones que se convocaban en favor de la libertad de Euskadi.» Respecto a que José Ignacio tenía «antecedentes penales por delitos comunes», como relata la nota del Gobierno Civil, Iñaki dijo que su hermano estuvo unos meses en la cárcel de Martutene por un asunto relacionado con una máquina multicopista, pero que jamás había sido juzgado.

Por su parte, los representantes de la comisión investigadora de Pamplona dijeron que su propósito era demostrar que la entrada de las FOP en la plaza de toros, el sábado día 8, que fue el detonante de los sucesos posteriores, «estaba premeditada, y juntaremos todas las pruebas que hagan falta para demostrarlo». Añadieron que no querían que ocurriese con ellos lo mismo que pasó a las comisiones investigadoras formadas a raíz de los sucesos de Tenerife, Vitoria y Málaga, y que para ello «celebrarían asambleas constantes con las organizaciones populares».