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La catástrofe del "camping" Los Alfaques

Cada diez años se revisan los camiones-cisterna

«Según la ley que regula el transporte por carretera de materiales peligrosos, el camión cisterna debe pasar una revisión cada diez años, tiempo demasiado largo», declaró ayer el decano del Colegio de Químicos, señor Del Val. No obstante, la ley citada está homologada con el resto de Europa, y si se cumpliera exactamente, la seguridad sería suficiente, a juicio del señor Del Val.

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La empresa Cisternas Reunidas, SA, propietaria del vehículo siniestrado en San Carlos de la Rápita, hizo público ayer un comunicado en que insiste en la misma idea: la cisterna reunía todos los requisitos de seguridad conforme a las normas internacionales ADR sobre el transporte de mercancías peligrosas por carretera, y había pasado pertinentes pruebas y revisiones oficiales que cubrían hasta el año 1980.La citada empresa, tras informar que ha desplazado al lugar del suceso a los altos cargos de la misma, se refiere a contactos con los representantes de la compañía fabricante y cargadora del producto transportado, Enpetrol, SA, y de la receptora y consumidora del mismo, Paular SA. Dice también que «se ignoran hasta el momento con certeza las causas que hayan podido originar el trágico siniestro del camping Los Alfaques, sobre el que existen versiones contradictorias que intentan esclarecer los técnicos».

Según han precisado a Europa Press fuentes de la citada empresa, es muy difícil que la causa del accidente haya sido un fallo humano, y al mismo tiempo es difícil que haya sido un fallo mecánico, debido a las normas de seguridad aplicadas a este tipo de transportes. Dichas fuentes indican que el camión y los líquidos estaban asegurados, respectivamente, en las compañías Ranz y Mediodía. La citada entidad posee una flota de 166 camiones.

El acuerdo internacional de mercancías peligrosas por carretera (ADR) cuenta, desde 1972, con la adhesión expresa del Gobierno español, aunque el texto no se publicó en el Boletín Oficial del Estado hasta 1977. Desde 1976 existe también un reglamento nacional (TPC). El plazo de ejecución del mismo se extiende hasta agosto de 1980; desde el 28 de febrero pasado se exigen ya estas normas en vehículos de nueva matriculación, pero se permite el funcionamiento de los antiguos con el visado del Ministerio de Industria.

Algunos países europeos, como la República Federal de Alemania, exigen el transporte prioritario de las materias peligrosas por ferrocarril, mientras Holanda tiene normas muy rigurosas que prohíben, prácticamente, el paso de estos productos por los cascos de las poblacioes. En España, sin, embargo, el ferrocarril ha llegado a rechazar el transporte de los mismos (por ejemplo, del cloro), dada su Impreparación para afrontar el problema: falta de vagones adecuados y de terminales, entre otras razones.

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En cuanto al camping Los Alfaques, fuentes corripetentes precisaro ayer, a través de Europa Press, que la densidad de población del mismo estaba dentro de las normas internacionales. El campo citado tiene 18.000 metros cuadrados de superficie y habitaban en él unas setecientas personas, lo que supone más de 25 metros cuadrados por persona, cuando las normas internacionales exigen 17. La cifra de habitantes del camping dada en este despacho es inferior a las manejadas el día del accidente (un millar).

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