Progresos democráticos en España

«Los diputados españoles al abolir la pena de muerte en el anteproyecto de Constitución han ilustrado de una forma brillante el extraordinario movimiento de liberalización que. existe en su país desde hace dos años. Esta propuesta, que debe -como el resto de la Constitución- ser sometida a los senadores y, en otoño, a un referéndum, permite medir el camino recorrido desde que el rey Juan Carlos y su primer ministro, Adolfo Suárez, han comenzado a atacar el edificio legislativo del franquismo. Europa recuerda que el método cruel de garrote vil se aplicó hasta marzo de 1974 y que cinco terroristas fueron fusilados en septiembre de 1975Hay una excepción importante a la regla así fijada: la abolición de la pena de muerte no se aplica a las jurisdicciones militares. Y es, precisamente, por delitos que competen a los tribunales del Ejército, por lo que se cumplieron las últimas ejecuciones. Los actos de terrorismo de los militantes de ETA, que se multiplican de nuevo debido a conflictos internos, provocaciones de extrema derecha y el bloqueo de la situación política en Euskadi, corren el peligro de plantear un delicado problema a las autoridades militares encargadas de juzgar esos delitos. ¿Aplicarán la ley o se someterán a la evolución imperante? La revisión del Código de Justicia Militar, ya iniciada por el Gobierno, es más urgente que nunca.

El voto de los diputados fue una sorpresa: el partido gubernamental, UCD, había combatido la abolición en comisión. De repente, la aprobó en la sesión plenaria (...)»