Consternación general en toda España

San Carlos de la Rápita (Tarragona) Cerca de un centenar de personas, vecinos de la localidad de San Carlos de la Rápita, se manifestaron en la noche de ayer en la carretera nacional 340, para protestar por la circulación de camiones por dicha ruta, en la que a primeras horas de la tarde explosionó un camión de protileno, causando la muerte a cerca de 150 personas y heridas a más de quinientas.

Esta manifestación, apoyada por las protestas de las organizaciones políticas y sindicales de la citada localidad, que recuerdan otros accidentes similares en dicha carretera, aunque sin las consecuencias trágicas del accidente de ayer. También el presidente de la Generalidad de Cataluña ha criticado seriamente el paso de camiones por este tipo de rutas, y ha declarado que hará «todo lo posible para que los camiones con cargas peligrosas circulen por autopistas y dejen de circular por carreteras nacionales». Tarradellas añadió que «las empresas propietarias de este tipo de camiones tienen dinero suficiente para pagar el peaje de autopistas».El presidente de la Generalidad, que se trasladó a la zona del siniestro a las seis de la tarde, se declaró muy impresionado por el alcance de la catástrofe. La consternación general en la Administración central, local y regional es la temática general que se repite en las declaraciones, comunicados y notas enviadas al Gobierno español desde fuera de España y a las autoridades de Tarragona y de Cataluña desde todas las provincias de España.

El rey don Juan Carlos se interesó ayer personalmente por el estado de los heridos y pidió al gobernador civil de Tarragona que transmitiera su pésame a los familiares de las víctimas. También el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, ha seguido desde las primeras horas de la tarde el desarrollo de los hechos, manteniéndose en contacto con el Ministerio del Interior.

La movilización civil y administrativa ha sido unánime y generosa en todo el país y en especial, en la zona de la catástrofe. Los ministerios de Sanidad, Comercio y Turismo, Interior, Defensa y Transportes han iniciado todo un despliegue administrativo destinado, en primer lugar, a procurar socorro a los heridos que consiguieron salvarse de la catástrofe y a establecer un inventario de los daños, causas y medidas preventivas a tomar parte prever este tipo accidentes.

Colaboró todo el pueblo de San Carlos de la Rápita

Aquí hay que señalar la entrega de la población de San Carlos de la Rápita, convocada por medio de una camioneta que se volcó en ayuda de los enfermos, de los bomberos de Tarragona y de los servicios sanitarios de Castellón, Barcelona, Valencia y Madrid, que han cooperado estrechamente en el salvamento de víctimas y en la acogida de enfermos. También los donantes de sangre de la región han cooperado estrechamente con los equipos de salvamento, en los que la Guardia Civil y las fuerzas de orden público y de circulación desempeñaron un papel primordial en la organización de las tareas de control y salvamento.

Entre las reacciones inmediatas a la catástrofe hay que señalar la de la asociación de ecologistas AEPDEN y la del grupo de periodistas ecologistas, que han criticado duramente el tráfico de combustibles y de material peligroso por las carreteras españolas.

Reacciones del exterior

Entre las primeras reacciones del exterior figuran las oriundas de la República Federal de Alemania, Bélgica y Francia, países que han seguido paso a paso el desarrollo de los acontecimientos, sobre todo porque muchas de las personas fallecidas y heridas en el siniestro eran oriundas de estos países. Nuestros corresponsales en París y Bonn, Feliciano Fidalgo y Julio Sierra nos informan del interés y la puntualidad con la que se han seguido informativamente los hechos y el despliegue administrativo de estos países para ayudar en la repatriación de las víctimas y heridos, Alemania ofreció un avión dotado de medios sanitarios, al igual que la compañía francesa Europa Assurances. Los consulados de los países afectados en Cataluña no han cesado sus actividades de control de víctimas e información a sus respectivos países, y el propio presidente de Alemania Federal, Walter Scheel, se ha preocupado personalmente por los hechos enviando al rey don Juan Carlos un telegrama de pésame por lo ocurrido.